La muerte de un importante capo podría generar una inestable situación por las economías criminales en el departamento de Nariño. Varios grupos criminales podrían verse interesados.
El 26 de mayo, en una operación conjunta entre la Policía y la Fiscalía de Colombia, fue asesinado Juan Larinson Castro Estupiñán, alias “Matamba”, en el departamento de Santander, al este del país. Así lo confirmó el presidente colombiano, Iván Duque Márquez, a través de su cuenta de Twitter.
Alias Matamba, quien comandaba una estructura de Los Urabeños conocida como Cordillera Sur en el departamento de Nariño, se encontraba prófugo de la justicia desde mediados de mayo de este año, luego de realizar un sincronizado escape de la cárcel La Picota de Bogotá, la más importante del país. Vestido de guardia de seguridad y aparentemente con la complicidad de varios funcionarios, Castro Estupiñán salió por la puerta principal del centro carcelario y desapareció en cuestión de minutos.
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A la cabeza de la Cordillera Sur, Matamba se había convertido en un importante capo y aliado del extraditado jefe de Los Urabeños, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”. Exmiembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), algunos medios colombianos nombran a Matamba como un importante teniente dentro de Los Urabeños.
Análisis de InSight Crime
La muerte de Matamba no podría llegar en el peor momento para los Urabeños. El grupo ya está luchando contra la fragmentación después de la captura y extradición de Otoniel. No puede darse el lujo de tropezar en uno de los bastiones de tráfico de drogas como lo es Nariño.
El departamento de Nariño tiene un historial de violencia a causa de las rutas y los cultivos de narcotráfico, así como por su estratégica ubicación cercana a la costa Pacífica. La Cordillera sur, por su parte, mantiene un portafolio criminal: control territorial en municipios como Tumaco, Roberto Payán y Olaya Herrera.
En la región también hacen presencia las ex-FARC Mafia y el ELN. Y aunque la muerte de Matamba es reciente, existe la posibilidad de que estos grupos traten de hacerse a las rentas del extinto capo y su franquicia. Ademas, Los Urabeños ya se han enfrascado en el pasado en disputas criminales con esas organizaciones.
Ya parecía poco probable que Los Urabeños pudieran aferrarse a las áreas clave del narcotráfico tan lejos de su bastión de Urabá en el norte de Colombia.
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Ahora, la principal conexión entre Cordillera Sur y los Urabeños, a saber, la asociación Matamba-Otoniel, ha sido cortada. Esto bien puede significar que la Cordillera Sur se convierta en otro antiguo afiliado de Los Urabeños para liberarse, ya sea intencionalmente o si es absorbido por otra fuerza criminal.