Varios operativos en su contra y la muerte de algunos de sus compañeros de armas, demuestran la urgencia del gobierno colombiano por detener a uno de los principales cabecillas de las disidencias de las extintas FARC, que sigue evadiendo la justicia y engordando su expediente judicial.
El 30 de abril, tropas colombianas ultimaron a Hilahin Mahecha, alias "Jaime Chúcula", un líder dentro del Décimo Frente disidente de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Mahecha murió junto con otros cinco miembros del grupo en el departamento oriental de Arauca.
Según informes de los medios colombianos, Mahecha y el Décimo Frente eran aliados cercanos de Miguel Botache Santanilla, alias "Gentil Duarte", y el Primer Frente disidente.
Este es un patrón recurrente. Solo este año, InSight Crime ha rastreado al menos once casos en los que Gentil Duarte fue relacionado, ya sea por las autoridades colombianas o en los medios de comunicación, con criminales capturados o ultimados en Colombia y Venezuela.
El 18 de abril, la Fiscalía General de la Nación (FGN) emitió una nueva orden de captura contra Gentil Duarte por el delito de deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de población civil.
La acusación se hace sobre hechos que ocurrieron en El Retorno, Guaviare, entre 2002 y 2004, cuando Duarte comandaba el Frente Séptimo de las FARC. Según la FGN, Duarte y sus hombres provocaron el desplazamiento de más de 60 familias.
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“Varios habitantes abandonaron sus tierras ante el miedo de ser asesinados, desaparecidos, reclutados, señalados de apoyar a las autoridades u otro grupo armado, así como de desatender las instrucciones de las FARC,” dice el comunicado oficial.
Esta no es la primera orden de captura contra el líder disidente, pues la FGN ha emitido al menos otras tres en los últimos dos años.
En 2021 fue acusado, junto con otros líderes disidentes, de crímenes ambientales en la Amazonía colombiana y por reclutamiento forzado de menores de edad.
Además, en 2020 fue señalado como un presunto responsable de los homicidios de 14 excombatientes de la antigua guerrilla que se habían acogido al proceso de paz en 2016 después de más de 52 años de guerra.
Análisis de InSight Crime
A pesar de las numerosas operaciones en su contra, Gentil Duarte ha logrado, hasta el momento, evadir a las autoridades y crear el bloque disidente más grande del país.
La historia de Gentil Duarte en las FARC se remonta a más de 40 años, lo que explica el porqué de su importancia actualmente. Se unió a las filas de la guerrilla a sus 14 años y ascendió hasta ser uno de los comandantes más importantes del grupo.
En 2016, Botache Santanilla, en ese entonces comandante del Frente Primero “Armando Ríos”, se apartó del proceso de paz con esa guerrilla, fundando la primera disidencia del país.
Bajo su coordinación, las disidencias de Duarte y Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, actual comandante del Frente Séptimo, se han expandido rápidamente por Colombia. Han logrado consolidar su accionar en al menos 17 departamentos e incluso llegaron hasta Venezuela, donde el Frente Décimo "Martín Villa" se enfrentó con el Ejército venezolano en 2021.
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Gentil Duarte es el actual objetivo prioritario para el gobierno colombiano, pues su estructura disidente es una de las más fuertes en el país. El Ejército Nacional ofrece hasta 4 mil millones de pesos colombianos (aproximadamente US$1 millón) por su captura.
En julio de 2021, los medios colombianos reportaron que Gentil Duarte se vio forzado a huir luego de que una operación de las fuerzas de seguridad encontrara su campamento en San Vicente del Caguán, Caquetá. Meses antes, el gobierno había autorizado un bombardeo a un campamento en el municipio de Calamar, Guaviare, al creer que Botache Santanilla se encontraba en la zona.
El Comando Conjunto de las disidencias se compone de diversos grupos en varias partes del país y no tiene la misma estructura jerárquica que las antiguas FARC. Esto le da a Duarte y Mordisco un margen de acción amplio para sus negocios de narcotráfico.
Al coordinar grupos en ejes territoriales claves para el narcotráfico, Gentil Duarte y su gente tienen acceso a enclaves cocaleros con rutas de salida naturales como Cauca, Putumayo, Norte de Santander y la Amazonía colombiana.