Dos hijos del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli se han declarado culpables de cargos criminales en Estados Unidos relacionados con el escándalo de corrupción de Odebrecht, en tanto su padre ha logrado evadir el enjuiciamiento en su país, a pesar de las especulaciones de que participó en el mismo esquema.
Ricardo Martinelli Linares se declaró culpable el 14 de diciembre de conspiración para blanquear dinero, según cargos presentados por fiscales del Distrito Este de Nueva York después de que fuera extraditado de Guatemala menos de una semana antes.
Su hermano, Luis Enrique Martinelli Linares, se había declarado culpable de los mismos cargos en Nueva York el 2 de diciembre, después de ser igualmente extraditado de Guatemala a mediados de noviembre.
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Entre 2009 y 2014, “los hermanos Martinelli Linares, como ellos mismos admitieron, establecieron cuentas bancarias secretas a nombre de empresas fantasma tanto en Estados Unidos como en otros países, con el fin de encubrir cerca de 30 millones de dólares en sobornos de Odebrecht pagados a uno de sus parientes cercanos, un alto funcionario público de Panamá”, declaró el fiscal federal Breon Peace.
La Policía Nacional de Guatemala arrestó a los dos hermanos en el aeropuerto internacional de Ciudad de Guatemala en julio de 2020, cuando se disponían a abordar un avión para salir del país hacia Panamá. Ese mismo día, los fiscales estadounidenses revelaron la denuncia criminal presentada contra los hermanos.
Descubierto en 2014, el escándalo de corrupción en torno a la gigante constructora brasileña Odebrecht involucró el pago de sobornos por cientos de millones de dólares con el fin de obtener contratos de obras públicas en toda América Latina. Este se ha convertido en el mayor escándalo de corrupción en la región, y ha salpicado a múltiples funcionarios de alto nivel, como presidentes, legisladores y miembros de las élites empresariales.
Análisis de InSight Crime
La rapidez con la que ambos hermanos Martinelli se declararon culpables de los cargos de lavado de dinero presentados en su contra lleva a pensar en su posible cooperación con las autoridades estadounidenses, y si ello ayudará a otras investigaciones relacionadas con Odebrecht sobre el escurridizo expresidente panameño.
“[Odebrecht] utilizó bancos nacionales y extranjeros y transfirió dineros ilícitos a servidores públicos y a sus familias por un monto superior a los 100 millones de dólares”, escriben los fiscales de Panamá en un comunicado de prensa de abril de 2021, en el que detallan los hallazgos de su investigación.
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Los fiscales afirman que, entre 2010 y 2014, mientras Martinelli se desempeñaba como presidente, Odebrecht pagó sobornos por US$59 millones con el fin de obtener lucrativos proyectos de infraestructura. A pesar de que enfrenta cargos de corrupción y lavado de dinero en su país, el exmandatario nunca ha sido juzgado en relación con el escándalo de Odebrecht. También ha enfrentado otras acusaciones de mala conducta oficial mientras estuvo en el cargo, pero hasta ahora ha logrado evadir las penas de prisión.
Si bien los fiscales no mencionan a Martinelli en la denuncia presentada contra Luis y Ricardo, un agente especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) se refirió a los hermanos como “parientes cercanos” del “alto funcionario gubernamental” implicado en el esquema de lavado de dinero, que prestó sus servicios desde “aproximadamente 2009 hasta 2014, o por esas fechas”.
Ambos hermanos sirvieron como “intermediarios para hacer pagos corruptos y para proveer otras cosas de valor que Odebrecht ofreció y proporcionó al funcionario del gobierno de Panamá”, escribe el agente del FBI. “Entre otras cosas, [Luis y Ricardo] establecieron cuentas bancarias a nombre de empresas fantasma offshore para recibir y encubrir sobornos de Odebrecht realizados en beneficio del funcionario del gobierno de Panamá”.