Las autoridades de Chile han decomisado en los últimos meses una serie de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) raras en Latinoamérica, lo que pone de relieve la creciente variedad de los mercados de drogas en el país.
El 8 de septiembre, agentes de aduanas del aeropuerto internacional de Santiago inspeccionaron dos cargamentos procedentes de Emiratos Árabes Unidos. Descubrieron 40 kilos de polvo de kratom, una sustancia psicoactiva extraída de las hojas del árbol de kratom, en el sureste asiático, según un comunicado de prensa.
“[Las autoridades detectaron] las operaciones ilícitas en cabeza de un residente de la municipalidad de Puente Alto, quien importaba grandes cantidades de la sustancia alucinógena”, anunció el prefecto inspector Paulo Contreras, jefe nacional antinarcóticos y contra el crimen organizado de Chile.
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El kratom, cuya acción puede ser estimulante u opioide dependiendo de la dosis, fue prohibido en Chile a comienzos de 2021 y ahora está catalogado como NSP derivada de plantas en el Sistema de Alerta Temprana de Drogas (SAT) del país.
Otra NSP catalogada también fue prohibida recientemente en Chile. En agosto, la policía decomisó 425 dosis de brolamfetamina en un barrio de Santiago; este es un psicodélico sobre el que el SAT había alertado el año pasado. En mayo, agentes de aduanas del aeropuerto detectaron, en una encomienda procedente de España, casi dos kilos de un tipo de catinona sintética de alto riesgo, conocido comúnmente como “sales de baño”.
Las autoridades anunciaron ese mismo mes que los decomisos de nitritos de amilo, una clase de depresores para inhalar también conocidos como “poppers”, estaban llegando a niveles récord este año. Y en julio de 2021, las autoridades confiscaron una cantidad no declarada de fenetilina, sustancia de la categoría de las anfetaminas muy difundida en Medio Oriente.
Análisis de InSight Crime
El mercado de NSP en Latinoamérica está creciendo a un ritmo relativamente acelerado. Pero esa velocidad es aún mayor en Chile, país que junto con sus vecinos del Cono Sur, Brasil y Argentina, se ha situado entre los mayores centros de NSP en la región.
En general, el país había detectado más de 60 NSP en diciembre de 2020, el segundo mayor número en toda Latinoamérica después de Brasil, según un informe sobre drogas sintéticas publicado en 2021 por la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD).
El informe señala que ese dominio se mantiene entre las NSP opiáceas, estimulantes y de benzodiazepinas. Esto se debe a que desde 2014 no solo ha habido un aumento en las NSP detectadas en Chile, sino también una verdadera diversificación, según el Observatorio del Narcotráfico de Chile para 2021.
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Los mayores decomisos en Chile son en parte un reflejo de las mejores capacidades de interdicción y control de las fronteras del país, pero también de su sistema nacional de alertas tempranas y del mayor rigor de la legislación sobre NSP, según señala Martin Raithelhuber, experto en drogas sintéticas y coordinador internacional del programa SMART Global de la ONUDD.
“[Sin embargo], es probable que esté creciendo la demanda de estimulantes sintéticos y alucinógenos”, le comentó el experto a InSight Crime.
Por ahora, la mayoría de estas drogas llegan a Chile por encomiendas aéreas desde Europa, en especial España. Pero la aparición del kratom y la fenetilina indica que los traficantes quizá están abriendo rutas de tráfico de NSP desde Asia y Medio Oriente.
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