El ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires ha indicado que las autoridades planean mantener una iniciativa de reforma de la policía provincial en curso, una campaña que ya ha puesto al descubierto la corrupción extendida en la institución.
El ministro de seguridad de Buenos Aires Cristian Ritondo declaró a La Nación en una entrevista el 2 de febrero que separó de la fuerza a unos 3.300 agentes en 2016, y que 200 de ellos fueron a prisión por diversas acusaciones de corrupción.
Según el diario, Ritondo repitió "una y otra vez" que si las autoridades encontraban "algo raro" sobre cualquier agente, esa persona sería retirada de la Policía
La reforma de la policía provincial de Buenos Aires se presentó inicialmente como parte de una medida de emergencia en seguridad aprobada por el congreso en enero de 2016. En marzo de 2016, la gobernadora provincial María Eugenia Vidal destinó 6 mil millones de pesos argentinos (más de US$380 millones) a ese programa.
El Buenos Aires Herald informó que la iniciativa de reforma incluye "disminución del número de oficiales de policía, la obligación de que los jefes de policía envíen declaraciones patrimoniales que hayan sido revisadas por los auditores civiles de Asuntos Internos, adiestramiento extendido para cadetes y la creación de una unidad de inteligencia penal".
Cuando le preguntó La Nación si el Ministerio de Seguridad está realizando una "purga" de la policía, Ritondo respondió diciendo, "No me gusta ese término. Lo que se hizo fue sancionar al mal policía".
Ritondo también lamentó una reciente decisión judicial que permitió que ocho oficiales de la policía provincial acusados de corrupción quedaran en libertad.
"Me tomó por sorpresa", comentó. "No fue grato ver cómo quedaban libres".
La policía provincial de Buenos Aires, conocida localmente como la "bonaerense", ha tenido por largo tiempo una reputación de corrupción y brutalidad. Durante años, se ha dicho que la policía es una "mafia", y se ha acusado a sus oficiales de realizar ejecuciones extrajudiciales, así como de cooperar con las organizaciones criminales.
Análisis de InSight Crime
Aunque puede considerarse una señal positiva el retiro de varios miles de agentes de la bonaerense para cortar la corrupción en el cuerpo de policía, también es una indicación de la gran magnitud del problema. Según el Buenos Aires Herald, este cuerpo de policía es el mayor del país, con cerca de 90.000 agentes. Los 3.300 retirados en 2016 constituyen más del 3 por ciento del total.
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Además del retiro de agentes corruptos y de la sanción a las infracciones, la iniciativa de reforma también busca resolver problemas institucionales y administrativos, así como escasez de equipos importantes, como chalecos antibalas y dispositivos de comunicación encriptados.
El éxito de estas iniciativas (o la falta del mismo) de seguro tendrá implicaciones para la situación de seguridad en la provincia de Buenos Aires, que recientemente tuvo un aumento de violencia asociada al crimen organizado y el negocio de la droga. Resolver la corrupción y la ineficiencia en la policía provincial es un paso importante para revertir esas tendencias.