Fiscales de Nueva York han acusado al jefe del estado mayor de las fuerzas armadas de Guinea Bissau de conspirar para traficar drogas y proveer armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a raíz de una operación de la DEA.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Antonio Indjai y sus secuaces comenzaron a reunirse en junio de 2012 con informantes de la DEA, quienes se hicieron pasar por miembros de las FARC. Aparentemente, él estuvo de acuerdo en almacenar y transportar cocaína de las FARC, y en comprar armas para los guerrilleros, incluyendo misiles tierra-aire (SAM por sus siglas en inglés; “surface-to-air”).
A diferencia de varios de sus secuaces, que fueron detenidos por las autoridades estadounidenses en aguas internacionales el 2 de abril, Indjai sigue en libertad en Guinea Bissau, informó Reuters. Según la AFP, Indjai es ahora el octavo acusado de Guinea por parte de los fiscales de Nueva York.
Análisis de InSight Crime
A partir de la información disponible, parece que Indjai y sus secuaces no establecieron contactos con auténticos miembros de las FARC. Aunque esto no descarta la presencia de las FARC en África Occidental, pone en duda las afirmaciones publicitadas de que las FARC estaban usando sus conexiones para comprar misiles tierra-aire, y en su lugar, parece que fue la DEA, haciéndose pasar por las FARC, quienes solicitaron el armamento avanzado.
Los cargos contra Indjai, quien encabezó un golpe militar en abril de 2012 que derrocó al gobierno civil, demuestran que la corrupción relacionada con las drogas en Guinea Bissau ha permeado los más altos niveles de gobierno. Los activistas locales de Derechos Humanos dicen que el narcotráfico en Guinea Bissau ha aumentado considerablemente a raíz del golpe de estado, y la DEA caracterizó el mando de Indjai en el ejército como "un régimen de terror y de expansión del narcotráfico".