Las autoridades de Argentina han creado un registro nacional que les permite reservarse el derecho de admitir a los hinchas de fútbol a los estadios, como parte de sus esfuerzos por reducir el vandalismo y la violencia asociada con las barras bravas del país.
El Ministerio de Seguridad de Argentina anunció la creación del registro nacional el 28 de enero, informó AFP. El Ministerio trabajará con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para obtener información sobre los grupos de hinchas de cada equipo, informó Clarín.
Esta medida busca reducir la violencia en los partidos de fútbol y debilitar las temidas bandas de aficionados de fútbol conocidas como “barras bravas”.
“El objetivo primordial e inmediato será acabar con las agresiones en el fútbol y la problemática de las barras bravas”, dijo el Ministerio en un comunicado.
Esta no es la primera vez que el presidente Mauricio Macri ha demostrado que está dispuesto a arremeter contra las barras bravas. Pocas semanas después de ganar las reñidas elecciones presidenciales en noviembre, Macri le ordenó a su nuevo ministro de Seguridad “desmantelar esas mafias que son las barras”, mediante la creación de una fuerza élite especial que tuviera como modelo la del Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI por sus iniciales en inglés).
Análisis de InSight Crime
Como exdirector del popular equipo de fútbol argentino Boca Juniors, Macri sabe mejor que nadie que las barras bravas deben ser enfrentadas. Este término, que se remonta a la década de los setenta, se refería inicialmente a los aficionados que se reunían para mostrar su lealtad a sus equipos agitando banderas y lanzando fuegos artificiales.
Pero con los años, estos grupos de frenéticos aficionados al parecer se han involucrado cada vez más en el crimen organizado, y la violencia se ha convertido en una característica central de su identidad colectiva. Según la organización no gubernamental Salvemos al Fútbol, entre 2000 y 2009 hubo un promedio de cinco muertes relacionadas con el fútbol cada año. Entre 2010 y 2014, esa cifra se duplicó.
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Sin embargo, las recientes medidas contra las barras bravas encajan en un patrón general de seguridad que está comenzando a surgir bajo la administración de Macri, y que consiste en gobernar por decreto.
A mediados de enero, la administración Macri declaró una emergencia de seguridad nacional que se extendería por un año. Este estado de emergencia incluye una autorización para que las fuerzas armadas derriben aviones sospechosos de cargar drogas, lo cual generó críticas entre los grupos de la sociedad civil y la oposición política, debido al temor de que haya extralimitaciones ejecutivas.
“Aprobar por decreto el derribo de aviones es un enorme error institucional que puede tener consecuencias irreversibles. Mucho peor sin debate”, escribió la excandidata presidencial Margarita Stolbizer en Twitter en ese momento.