Argentina busca llenar un vacío jurídico con una nueva estrategia para detectar e imponer sanciones sobre los componentes químicos bases de las drogas sintéticas, con el fin de hacer frente a la demanda de estas sustancias que se ha disparado en el país en los últimos años.
El pasado 15 de agosto, el Ministerio de Seguridad de la Nación publicó un decreto que permite identificar más de 400 sustancias químicas utilizadas para la elaboración de drogas sintéticas.
De acuerdo con la entidad, los traficantes han evitado la apertura de causas judiciales alterando los componentes químicos de estas drogas, con lo cual quedan por fuera del listado de sustancias prohibidas que manejan las autoridades argentinas.
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Anteriormente, si las autoridades descubrían a un criminal traficando drogas como éxtasis o LSD, pero la fórmula exacta de estas sustancias no figuraba en el catálogo oficial, no era posible procesarlo por ese delito. El nuevo decreto busca acabar con este vacío jurídico.
"Es un avance importantísimo en la lucha contra el narcotráfico. Somos el primer país de América Latina que tiene siete familias de grupos químicos", explicó la ministra de seguridad Patricia Bullrich al diario Clarín.
La iniciativa es considerada por el Ministerio de Seguridad como una innovación en materia de interdicción de drogas, ya que contempla químicos de siete grupos, en lugar de solo dos, como en las leyes de Brasil y Uruguay.
Análisis de InSight Crime
La nueva estrategia de Argentina contra el tráfico de drogas sintéticas es un avance positivo en respuesta a uno de los principales desafíos que el creciente mercado de estas sustancias ha planteado para el país.
Las fórmulas de sustancias como el LSD, el éxtasis, las metanfetaminas y otros pueden modificarse con regularidad para desarrollar “nuevos tipos” de productos que no aparecen en las listas oficiales, lo cual hace aún más difícil la interdicción.
Además, muchas de las sustancias empleadas en la elaboración de drogas de síntesis no están sujetas a controles dentro de las convenciones internacionales de monitoreo de sustancias ilícitas.
El gobierno argentino comenzó a contemplar el cambio de su política referente a las drogas sintéticas a comienzos de 2018, cuando descubrió que en su catálogo oficial de sustancias prohibidas faltaban cientos de químicos mencionados en una lista de 739 usadas para la producción de drogas sintéticas, según una publicación de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD).
De acuerdo con un informe de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (SEDRONAR), el consumo de drogas de síntesis, en particular éxtasis, aumentó en un 200 por ciento en el país entre 2010 y 2017.
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Incautaciones recientes, así como información detallada de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD), muestran que la mayor parte de esta droga que llega a Argentina proviene de Europa, donde su fabricación también va en aumento.
Como InSight Crime ha documentado antes, el auge del mercado local ha podido ser suplido entre varias razones por la relativa facilidad para camuflar y transportar estas sustancias, así como por la diversificación de rutas de los traficantes hacia Suramérica. En junio, se halló un alijo de metanfetaminas oculto dentro de un caballito de madera procedente de Bélgica.
Peor aún, la acogida de estas sustancias en Argentina ha convertido al país en un potencial centro de distribución. En marzo, Uruguay alertó sobre la aparición en el país de una droga sintética, conocida como “cocaína rosada”, que se habría introducido desde Argentina.