Las autoridades de Argentina han detectado 1.400 pistas de aterrizaje no autorizadas y están tomando medidas para eliminarlas, mostrando su preocupación por el tráfico aéreo de drogas a través del país.
El 16 de junio, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dijo que las autoridades habían identificado estas pistas de aterrizaje cerca a la frontera norte de Argentina, informó EFE. Las pistas de aterrizaje están ubicadas en propiedad privada, y aunque según los informes la mayoría en algún momento estuvieron registradas con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), los propietarios no volvieron a cumplir con los requisitos de actualización.
Los investigadores de la policía dijeron que las pistas de aterrizaje podrían explicar el aumento en los vuelos ilegales, ya que es probable que algunas de ellas sean utilizadas por los traficantes de drogas.
Según los informes las autoridades nacionales planean solicitar la colaboración de los gobiernos provinciales en la destrucción de pistas de aterrizaje no autorizadas en la próxima reunión del Consejo de Seguridad.
A pesar del cada vez mayor problema que representa el trafico aéreo, las autoridades de Argentina han rechazado la idea de aprobar una ley derribo similar a la que la vecina Bolivia aprobó este mes de abril, lo que permitiría a las fuerzas de seguridad tener como objetivo a los aviones no autorizados. Berni dijo que una medida de este tipo sería inconstitucional en Argentina.
Análisis de InSight Crime
Argentina es tanto un punto de tránsito para los cargamentos de droga, como el segundo mercado domestico de cocaína más grande de Suramérica. Según datos del Ministerio de Seguridad, durante el año pasado, las autoridades detuvieron a más de 4.000 presuntos narcotraficantes e incautaron 225 toneladas de marihuana y casi 20 toneladas de cocaína.
Además de emplear rutas terrestres, los traficantes utilizan rutas aéreas para ingresar al país cocaína y marihuana de Bolivia y Paraguay. Los vuelos normalmente aterrizan en pistas clandestinas en la región de la frontera norte, sobre todo en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Tucumán y Jujuy. Entre mediados de 2011 y finales de 2013, las autoridades detectaron 800 vuelos irregulares en el norte de Argentina.
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Si bien la destrucción de pistas de aterrizaje no autorizadas podrían disuadir algunos vuelos de drogas, como se ha visto en la lucha de las autoridades contra el narcotráfico aéreo en Perú, las pistas clandestinas tienen la costumbre de volver a aparecer. Además, los narcotraficantes pueden usar métodos alternativos para descargar las drogas, como dejarlas caer desde el cielo.
La tarea de la lucha contra los vuelos de drogas se complica aún más por el hecho de que, hasta noviembre de 2013, Argentina sólo tenía cuatro dispositivos de radar para vigilar la región de la frontera noreste, los cuales sólo operaban medio tiempo.