Según un funcionario de Estados Unidos, cerca de la mitad de las armas ilegales que circulan en El Salvador provienen de Estados Unidos. Este mercado negro podría ser facilitado por la pandilla MS13, la cual tiene presencia en ambos países.
El agregado para Centroamérica de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Harry Peñate, estimó que más de la mitad de las armas ilegales que circulan en El Salvador provienen de Estados Unidos, informó La Página. Esto representa un incremento frente a 2013, donde la ATF estimó que esta cifra estaba alrededor del 45 por ciento.
Peñate publicó las cifras durante una ceremonia pública en la que el gobierno de Estados Unidos donaba computadores y otros equipos a la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador, informó La Prensa Gráfica. El equipamiento incluía un programa de computador llamado e-Trace que puede ser utilizado para monitorear las armas con base a su calibre, modelo, y marca, además de otra información de identificación.
Según La Página, las armas también son traficadas a El Salvador desde Bélgica, China, Rusia e Italia y a menudo se encuentran escondidas en aviones o en partes de autos.
Análisis de InSight Crime
Peñate no especificó cómo están siendo transportadas las armas desde Estados Unidos hacia El Salvador, pero es posible que la Mara Salvatrucha (MS13) tenga un papel en el contrabando de armas hacia el país. La pandilla fue fundada en Estados Unidos por migrantes salvadoreños, y mantiene una presencia significativa en los dos países, además de otras naciones centroamericanas. En un informe publicado en 2013, el International Assesment and Strategy Center (IASC) afirmó que hay indicaciones que muestran que la MS13 empezó a ocupar un papel más importante en el comercio regional de armas durante la tregua de pandillas de El Salvador, consiguiendo armas y vendiendo algunas de ellas a otras organizaciones criminales en Latinoamérica.
VEA TAMBIÉN: Tregua de pandillas en El Salvador
Algunos funcionarios salvadoreños han expresado su preocupación sobre las regulaciones de armas del país. Según Evaristo Padilla, jefe de la delegación de la Policía Nacional Civil de El Salvador, el país tiene muchos puntos de venta de armas y no tiene suficientes controles, informó La Página. La disponibilidad de las armas ha ayudado alimentar la alta tasa de homicidios del país, que tiene un estimado de 70 por ciento de homicidios cometidos con armas de fuego, según el ministro de Seguridad.
El comercio ilegal de armas en el país también es facilitado por los laxos controles sobre la venta de armas en Estados Unidos, donde están algunas de las leyes de control de armas más indulgentes del mundo.