La detención del presunto líder de "Los Comba", una facción de Los Rastrojos, es una señal de que el grupo criminal fue capaz de crecer bajo el radar de las autoridades después de haber casi desaparecido en el 2012.
Santos Román Narváez Ansazoy, alias “Román”, fue arrestado en Cali el 19 de octubre en posesión de 28 lingotes de oro, cuyo valor se estimó en más de US$1 millón, informó El Espectador. Las autoridades creen que Román es la cabeza del grupo criminal “Los Comba”, una facción de Los Rastrojos que originalmente era controlada por los hermanos Comba, de los cuales dos —Javier Antonio Calle Serna y Luis Enrique Calle Serna— están presos en Estados Unidos.
En un comunicado al cual tuvo acceso InSight Crime, el ministro de defensa colombiano afirmó que Román “es actualmente el principal y mayor productor de cocaína en la costa pacífica colombiana, produce grandes cantidades de cocaína procesada en laboratorios ubicados en Cauca antes de enviarla a Panamá en lanchas rápidas”.
Se cree que el supuesto líder de “Los Comba” recibió instrucciones de los hermanos Comba encarcelados para dirigir la operaciones del grupo, las cuales van desde minería ilegal hasta narcotráfico y extorsión, según El Tiempo. El medio, que contó con acceso al expediente de la investigación, dijo que el oro iba a intercambiarse por cocaína.
Otros cinco supuestos miembros de alto rango de la organización fueron arrestados en la misma operación llamada “Perla del Pacífico II”, segunda fase de una investigación conjunta entre la DEA y la policía colombiana. Órdenes de extradición hacia Estados Unidos se han emitido para todos, incluyendo a Román.
La investigación en su conjunto, llevó al arresto de aproximadamente 300 personas —muchas de ellas narcotraficantes— ligados a “Los Comba”. Las autoridades afirman que el grupo es responsable por el envío de unas 180 toneladas de cocaína a Estados Unidos en los últimos dos años, y de 80 de las 300 toneladas de cocaína incautadas por las autoridades colombianas en el 2016.
Análisis de InSight Crime
La detención de Román y la cocaína decomisada a la facción de Los Rastrojos, ponen de manifiesto la presencia permanente de al menos parte de la antigua organización y su continua relevancia en el tráfico de drogas en Colombia.
Los Rastrojos llegaron a la cima de su poder entre 2008 y 2012 cuando se convirtieron en la que podría considerarse la bacrim ("banda criminal") más poderosa del país, superando a su rival Los Urabeños. En 2012, dos de los hermanos Comba se entregaron a las autoridades de Estados Unidos y otros dos jefes, Diego Pérez Henao, alias "Diego Rastrojo", y Daniel Barrera, alias "El Loco", fueron detenidos. La decisión de los hermanos Comba de rendirse supuestamente condujo a disidencias entre los líderes y fortaleció de la brecha entre la facción de "Los Comba" y el resto de la organización. La desarticulación de los cabecillas del grupo condujo a un rápido descenso de su poder e influencia.
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Sin embargo, cuatro años más tarde, la cantidad de drogas incautadas y las estimaciones de las autoridades sobre la cantidad de cocaína enviada por "Los Comba" indican que el grupo logró reconstruir sigilosamente sus operaciones, mientras los Urabeños monopolizaban gran parte de la atención sobre las Bacrim. Aunque la información proporcionada por las autoridades parece indicar que Román dirigió las operaciones heredadas de "Los Comba" y no la totalidad de las antiguas actividades del grupo Los Rastrojos, esto es un recordatorio de que incluso las organizaciones criminales descabezadas temporalmente tienen la capacidad de restablecerse si las autoridades las dejan desatendidas.