Nueve policías fueron arrestados recientemente bajo sospecha de participar en una matanza indiscriminada en São Paulo, lo que genera preocupaciones de un nuevo ciclo de vendettas entre policías y criminales en Brasil.
Los arrestos se produjeron el 8 de octubre en una operación en la cual participaron más de 400 agentes de la policía en todo São Paulo, informó la BBC. Los agentes detenidos son sospechosos de haber participado en un tiroteo que dejó 19 muertos en las afueras de São Paulo en agosto.
Los tiroteos tuvieron lugar durante varias horas en al menos 10 lugares diferentes, según medios locales. Los testigos dicen que los asesinatos fueron perpetrados por pistoleros enmascarados que viajan en carro, quienes en algunos casos preguntaban los nombres de las víctimas y si tenían antecedentes penales antes de abrir fuego.
Las autoridades creen que los asesinatos se dieron en represalia por el asesinato de un oficial de la policía militar a principios de agosto por criminales que estaban robando una gasolinera.
Según Folhapress, las autoridades también tienen evidencia que vincula el mismo grupo de agentes detenidos —que se compone de miembros de la policía civil y la policía militar— a otras 13 muertes recientes, con lo que se sospecha que el número total de asesinatos perpetrados por el grupo es de 32.
Análisis de InSight Crime
Esta reciente oleada de asesinatos suscita el temor de un nuevo ciclo de muertes por venganza entre policías y criminales, algo que ya se vio en varias ciudades importantes de todo Brasil. En la ciudad amazónica de Manaos, la policía fue sospechosa de haber participado en una matanza en julio que también se pensó, fue en represalia por el asesinato de un oficial de policía. Esta creciente agresión entre la policía y las pandillas ha contribuido a una cultura generalizada de violencia dentro de las fuerzas de seguridad brasileñas.
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Aunque la violencia policial es un problema de larga data en Brasil, parece que se ha convertido en una amenaza mayor para la situación general de seguridad del país en los últimos años. Según una organización no gubernamental (ONG), los homicidios cometidos por la policía aumentaron 37 por ciento en 2014, a pesar de que los homicidios totales subieron sólo un cinco por ciento. Las estadísticas oficiales muestran también que los homicidios cometidos por la policía de São Paulo en 2015 se encuentran en un punto máximo en los últimos 10 años.
La policía militar, en particular, a menudo ha sido la perpetradora de violencia y asesinatos extrajudiciales. Un informe de 2014 realizado por una ONG local, encontró a la policía militar responsable de 1.567 muertes de civiles sólo en 2013, mientras que otro estudio reciente concluyó que la policía militar de São Paulo ha matado al menos a 10.000 personas desde 1995.