Las autoridades de Ecuador han detenido a 50 miembros de una banda dedicada al asesinato y el tráfico de drogas, en un ejemplo de la clase de crimen organizado local que podría volverse más común a medida que aumenta el papel de Ecuador en el comercio internacional de drogas.
El ministro del Interior de Ecuador, José Serrano Salgado, anunció en Twitter la operación contra el grupo conocido como "Los Choneros", declarándolo el "golpe más duro e importante contra el hampa y al crimen organizado en los últimos 15 años". Serrano pasó a describir la banda, que operaba en la provincia occidental de Manabí, la provincia central de Los Ríos y en el norte de la ciudad más grande del país, Guayaquil, como "la peor banda de crimen organizado de los últimos 20 años".
1/4 hace pocos minutos hemos dado el golpe más duro e importante al hampa y al crimen organizado de los últimos 15 años en el país
— jose serrano salgado (@ppsesa) October 23, 2013
Entre los 50 detenidos hubo 10 de los líderes de la pandilla, que supuestamente planearon la fuga en febrero de 18 reclusos de una prisión de máxima seguridad, y dos funcionarios de la policía, señaló Hoy. Se cree que la pandilla es responsable de más de 50 homicidios, informó El Comercio.
La operación había sido planeada desde hacía ocho meses, según La Hora, e involucró la participación de por lo menos 300 funcionarios y 17 allanamientos, informó El Comercio.
Análisis de InSight Crime
En los últimos años, Ecuador ha desempeñado un papel cada vez más importante en el crimen organizado transnacional, como un punto de partida clave para la droga colombiana que se dirige a los mercados en el extranjero. No obstante, como señaló la Comunidad de Policías de América (Ameripol) en un reciente informe, ningún cartel nacional ha surgido y en su lugar, el narcotráfico internacional ha estado dominado por organizaciones extranjeras, especialmente de Colombia y México.
Sin embargo, el crecimiento del tráfico internacional de drogas dentro de un país suele tener un efecto colateral sobre la delincuencia local, a medida que los grupos de narcotraficantes transnacionales reclutan pandillas locales para cumplir sus órdenes en la calle, o los emplean en operaciones de narcotráfico. Esto parece estar sucediendo en Ecuador, donde, como dijo el analista de seguridad Ricardo Camacho a InSight Crime a principios de este año, "Los mexicanos y los colombianos son los dueños del negocio, pero los ecuatorianos son la fuerza de trabajo".
A diferencia de otros países que han experimentado un fenómeno como este, especialmente en Centroamérica, Ecuador no es reconocido por tener pandillas callejeras violentas, y organizaciones como Los Choneros siguen siendo comparativamente raras. No obstante, si el narcotráfico internacional sigue creciendo en el país, tales pandillas podrían volverse más comunes a medida que los delincuentes locales tratan de sacar provecho de las diversas oportunidades lucrativas que ofrece el comercio de drogas.