Una serie de asesinatos en la región fronteriza entre Paraguay y Brasil ha sido atribuida a una guerra territorial entre grupos criminales liderados por brasileños; otra muestra de la infiltración del crimen organizado extranjero en el país.
Al menos ocho asesinatos cometidos dentro o cerca de la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay, desde principios de enero, han sido vinculados con una batalla por el control de este corredor clave para el narcotráfico, informó ABC.
Según ABC, un grupo liderado por alias "Rafad", un brasileño de origen árabe, se ha enfrentado a otro grupo liderado por Iván Mendes Mesquita, de nacionalidad brasileña, quien anteriormente había sido extraditado de Paraguay a Estados Unidos, de donde fue liberado recientemente tras cumplir una condena por narcotráfico.
Entre los asesinatos ocasionados por esta rivalidad, están los de dos exoficiales de la policía de Brasil y el de un odontólogo chileno. En uno de los casos, el cuerpo de un hombre brasileño registrado como residente del municipio de Ponta Pora -el cual se encuentra al otro lado de la frontera de Pedro Juan Caballero- fue arrojado en territorio paraguayo, y el lugar del homicidio sigue siendo desconocido. En otro caso, un empresario brasileño que operaba en territorio paraguayo fue asesinado a balazos por sicarios en una motocicleta, quienes posteriormente huyeron en dirección a Brasil.
Análisis de InSight Crime
Esta serie de homicidios en Pedro Juan Caballero es el último indicio de la creciente influencia de los grupos criminales brasileños en Paraguay, una significativa ruta de tránsito para la cocaína que tiene como destino el mercado brasileño o Europa, y que es a su vez el primer productor de marihuana de Suramérica.
A principios de este mes, el jefe antidrogas de Paraguay, Luis Rojas, identificó a esta ciudad como uno de los lugares en los que se ha identificado la presencia brasileña. Según Rojas, grupos como Primer Comando Capital (PCC), Comando Vermelho (CV) y Amigos dos Amigos se disputan el control de la región fronteriza.
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En enero, un reconocido sacerdote denunció la "brasileñización" de Concepción, en la frontera con Amambay, con criminales brasileños aparentemente comprando extensiones de tierra con el fin de utilizar ranchos para ocultar el tráfico de drogas. Dos meses antes, fueron capturados cuatro miembros de un presuento "brazo armado" del PCC en Pedro Juan Caballero.
Si bien aún no es claro con cuál de las grandes organizaciones podrían estar afiliados los grupos brasileños rivales, Ivan Mendes ha sido previamente vinculado a la organización guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y según ABC, tiene lazos con Europa y Estados Unidos.