El transporte público que conecta la región de la sierra con el centro del estado de Guerrero, en México, ha sido suspendido después de que un grupo criminal detuviera varios vehículos. Este hecho destaca los desafíos de seguridad que enfrenta el gobierno central en este estado y en el vecino Michoacán.
La suspensión de los servicios de transporte en la región se presenta a raíz de un ataque perpetrado el 23 de agosto, en el que un grupo criminal interceptó y detuvo cuatro vehículos en la zona, informó Proceso. Los residentes del municipio de Tlacotepec dijeron a Proceso que un grupo criminal dedicado al secuestro, al robo y la extorsión estaba operando a lo largo de la ruta que conecta con la carretera principal que se extiende entre Acapulco, en Guerrero y Ciudad de México.
La situación de seguridad se habría deteriorado tras la retirada de una unidad militar que estaba estacionada en la zona. Según Proceso, la falta de transporte ha provocado escasez de combustible y alimentos en 80 comunidades locales. Los residentes han dicho que tienen miedo de salir de la zona debido a la posibilidad de que se presenten nuevos ataques.
Esta situación se presenta mientras las autoridades continúan enfrentando amenazas a la seguridad en el vecino estado de Michoacán, donde Univisión informó que dos fosas comunes, con un total de 11 cuerpos, habían sido descubiertas el 23 de agosto.
Entre tanto, el exlíder de la Fuerza Rural de Michoacán -Luis Antonio Torres González, alias "El Americano"- se verá obligado a declarar ante la Procuraduría General de Justicia del estado sobre la naturaleza de su relación con el líder de los Caballeros Templarios Servando Gómez, alias "La Tuta", luego de que se revelara un video de una reunión entre ambos, informó Milenio.
Otra figura pública de Michoacán, la exalcaldesa Salma Karrum Cervantes, se encuentra desaparecida desde que comenzó a circular un video, hace 24 días, en el que aparece reunida con un líder local de los Caballeros Templarios.
Análisis de InSight Crime
Michoacán y Guerrero son dos estados que representan importantes desafíos de seguridad para el gobierno de México. En ambos lugares, los grupos criminales han desencadenado una violencia generalizada, con Guerrero registrando la tasa de homicidios más alta de cualquier estado en 2013. La violencia de Michoacán ha sido atribuida en gran medida a los Caballeros Templarios, pero los homicidios han seguido aumentando en medio del vacío de poder generado por la desaparición del grupo. Actualmente hay una variedad de grupos criminales que luchan por el control de Guerrero.
Ambos estados también son hogar de algunas milicias de autodefensa, supuestamente creadas para defender a la población local de los carteles de la droga. A pesar de que los grupos de autodefensas han existido durante muchos años en Guerrero, en ambos estados ha habido señales de fracturas en los movimientos y de algunos elementos que están exacerbando la delicada situación de seguridad en la región.
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Aunque las autoridades mexicanas han enviado tropas federales a Michoacán y han buscado institucionalizar el movimiento de las autodefensas en el estado, la situación de seguridad en Guerrero ha sido en gran medida abandonada. Proceso informó que uno de los municipios afectados por la suspensión del transporte sólo contaba con tres policías.