Las autoridades en España afirman que en los últimos dos años se ha observado un marcado incremento de los decomisos marítimos de cocaína suramericana con destino a Europa, lo que demuestra la importancia de este método de tráfico de estupefacientes sencillo, pero eficiente.
Las autoridades españolas dijeron a El Confidencial que los cargamentos marítimos de drogas "se han multiplicado considerablemente" en los dos últimos años, la mayoría de los cuales provienen de Venezuela, Colombia, Brasil y el Caribe.
No cabe duda de que solo en los dos últimos meses, la división antinarcóticos y de crimen organizado de la policía española, en alianza con otros organismos antinarcóticos, ha decomisado casi nueve toneladas de cocaína con destino a España.
La cantidad se recogió en tres operativos separados. El primero se realizó el 4 de mayo y terminó con el decomiso de unas 2,4 toneladas de cocaína en el Océano Atlántico encontradas a bordo de un barco pesquero venezolano.
El segundo —y el más voluminoso— se dio el 15 de mayo, con un decomiso de más de 5,5 toneladas de cocaína a bordo de un buque de carga en aguas nacionales de Ecuador. Según las autoridades españolas, que coordinaron el operativo con la policía de Ecuador, el barco debía atravesar el canal de Panamá antes de tomar rumbo a España.
El hecho más reciente ocurrió el 4 de junio, cuando se captaron 1,2 toneladas de cocaína en otro barco venezolano que navegaba en el Atlántico con rumbo a España.
El ministro del Interior de España Juan Ignacio Zoido afirmó que los decomisos recientes "significa que la lucha contra el narcotráfico y contra las organizaciones internacionales que transportan la droga directamente desde Suramérica hasta España está dando sus frutos".
"No vamos a parar hasta que consigamos desarticular todas las redes que intentan introducir las sustancias estupefacientes en nuestro país [España]", añadió.
Análisis de InSight Crime
Los recientes decomisos de cocaína con destino a España, en la escala de las toneladas, sirven como recordatorio de la importancia que el tráfico marítimo tiene para los narcotraficantes. Esto es particularmente cierto en el caso de la cocaína. Ana Lilia Pérez, autora del libro Mares de cocaína, estima que cerca del 70 a 80 por ciento de la cocaína consumida globalmente se trafica en algún punto por barco.
Según el informe Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2017, el auge en la producción de cocaína en la región andina ha generado una mayor circulación global de cocaína, y un incremento paralelo en la cantidad de narcóticos contrabandeados por el Atlántico y el Pacífico.
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Como lo había señalado InSight Crime, las organizaciones narcotraficantes en Colombia —el mayor productor de cocaína del mundo— parecen haber aumentado sus operaciones de contrabando por el Pacífico como resultado de los operativos policiales en barcos con drogas que zarpan por el Caribe. De hecho, el porcentaje de cocaína incautada en los departamentos del Pacífico colombiano llegó a 44 por ciento en 2016, en comparación con 21 por ciento en 2014.
Sin embargo, el Atlántico es una ruta más eficiente para los cargamentos a Europa, y los decomisos recientes hechos por las autoridades españolas ponen de relieve la importancia no solo de Colombia, sino también de Venezuela y el Caribe como zonas de tránsito cruciales.
Sin embargo, Brasil es el punto de salida principal del grueso de cocaína suramericana con destino a los mercados europeo, africano y asiático. Según algunas estimaciones, el puerto de Santos en el estado de São Paulo es el punto de partida hasta del 80 por ciento de la cocaína que llega a Europa.