Panamá ha registrado un aumento significativo en las incautaciones de drogas este año, en comparación con 2012, subrayando la creciente importancia del país para los narcotraficantes, a medida que siguen cambiando las rutas de la cocaína de la región.
En lo que va corrido del año, las autoridades panameñas han decomisado más de 40 toneladas de drogas -la mayoría cocaína- en comparación con 35 toneladas el año pasado, informó La Estrella. Las cifras representan un aumento de casi un 15 por ciento, en comparación con 2012, faltando todavía un mes para que se acabe el año.
Las cifras también marcan un repunte en las incautaciones de drogas desde 2011, cuando se recuperaron 39 toneladas, aunque aún no están cerca del récord de 54 toneladas recuperadas en 2009.
Según La Estrella, 319 toneladas de drogas se han recuperado en los últimos 13 años, con casi el 36 por ciento de las incautaciones teniendo lugar en los últimos tres años.
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Las cifras ponen de manifiesto un cambio en los patrones de tráfico de drogas durante ese período de tiempo, como se destacó en una investigación realizada por La Estrella, con los envíos directos a México cayendo drásticamente a favor de las rutas a través de Centroamérica y el Caribe.
Como señala La Estrella, el cambio ha estado acompañado de una fuerte presencia en Panamá de organizaciones criminales extranjeras, incluyendo los carteles mexicanos y los grupos colombianos conocidos como BACRIM ("Bandas Criminales").
Análisis de InSight Crime
Panamá, ubicada en un punto de salida estratégico para la cocaína de Suramérica, ha hospedado durante mucho tiempo al crimen organizado transnacional; laxos requisitos de visado, una próspera industria del turismo sexual, un sector bancario favorable y una economía dolarizada; hacen que el país sea atractivo para el lavado de dinero y lujosos estilos de vida. Como ha señalado La Estrella, el país es también el hogar de un comercio de contrabando activo, facilitado por la Zona de Libre Comercio de Colón.
El frente 57 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) también ha operado durante mucho tiempo en el tramo de la densa selva, conocida como el Tapón del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia. La fuerza de esta presencia se destaca por el hecho de que uno de los comandantes del frente es un expolicía panameño, y por el descubrimiento en junio de la primera plantación conocida de coca de Panamá, la cual se ha vinculado a las FARC.
No obstante, desde 2007, las autoridades han documentado el aumento del narcotráfico y la violencia relacionada a este, a través del país, y la actividad de los grupos ilegales parece haberse acelerado y diversificado recientemente. A principios de este año, las autoridades panameñas declararon que cuatro carteles mexicanos operan actualmente en el país.
También han surgido grupos criminales dedicados al robo de cargamentos de droga y de dinero en efectivo, con entre 40 y 50 grupos operando actualmente en el país, según La Estrella, mientras que el crimen organizado extranjero parece haber estimulado el crecimiento de las pandillas callejeras locales.