El número de masacres informadas en El Salvador parece haber tenido un aumento importante, lo que plantea nuevamente la pregunta de si esto será resultado mayormente de la violencia entre pandillas o si hay otros factores en juego.
Citando cifras de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador, La Prensa Gráfica informó que el número de casos de "homicidios múltiples", con tres o más víctimas, se ha elevado a 83 en 2015.
Según La Prensa Gráfica, hasta la fecha ha habido 57 homicidios triples en 2015, en comparación con 23 casos similares en 2014. En total, las estadísticas de la policía muestran que en lo que va corrido de 2015, hubo 370 casos que involucraron más de dos víctimas de homicidio, en comparación con 196 casos del mismo tipo en 2014, según el diario.
También la violencia en el transporte público ha registrado un aumento importante en el último año, según un informe reciente de El Diario de Hoy. En lo que va de 2015 se ha informado de 129 asesinatos de conductores de buses, pasajeros y otros. El número de empleados de transporte público muertos ha aumentado de 64 en 2014 a 79 en 2015.
Este aumento en las masacres y asesinatos en el transporte público ha ayudado a alcanzar niveles récord de violencia en El Salvador. En el mes de agosto se informó de 907 homicidios, el mayor número desde la guerra civil de El Salvador, que terminó en 1992.
Análisis de InSight Crime
La violencia entre pandillas, las confrontaciones entre policía y pandilleros e incluso la existencia de misteriosos escuadrones de la muerte han contribuido al aumento de los homicidios en El Salvador. Sin embargo, la falta de recursos del gobierno ha llevado a que la mayoría de estas muertes no se investiguen a fondo.
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Ha habido explicaciones contradictorias sobre si la mayoría de las víctimas de homicidio están conectadas o no con las maras de El Salvador. Para aumentar la confusión, existen casos documentados de abuso de fuerza de la policía durante sus operaciones, con ejecuciones indiscriminadas de sospechosos de delitos en lugar de seguir los procedimientos correspondientes.
También hay evidencia de que miembros de maras apuntan agresivamente a miembros de las fuerzas de seguridad y del gobierno. El presunto líder de una pandilla capturado recientemente es acusado de un homicidio triple: el padre y dos hijos de un agente de policía. También se ha acusado a las pandillas de poner explosivos cerca de estaciones de policía y otros edificios de gobierno.