Activistas de migraciones en México advierten de un aumento en el número de secuestros de migrantes por parte de grupos criminales, y culpan a las políticas del gobierno por exacerbar la situación.
Tomás González, sacerdote que dirige un refugio para migrantes en el estado de Tabasco, dijo recientemente a La Opinión que había encontrado varios grupos de migrantes en los últimos meses que alegaban haber sido secuestrados y obligados a pagar un rescate por su liberación.
"Lo que estamos viendo es otra vez el descuido de las autoridades en el tema de secuestro de migrantes", dijo González.
Según Rubén Figueroa, activista que trabaja con el Movimiento Migrante Mesoamericano (M3), el gobierno no solo está ignorando el problema, sino propiciándolo.
"Las nuevas rutas derivadas de los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) para frenar a los migrantes provocan que estos transiten por zonas controladas por el crimen organizado", lo que los puso en riesgo de extorsión, declaró Figueroa.
Figueroa añadió que es "imposible" determinar el verdadero alcance del problema del secuestro, porque las estadísticas del gobierno no diferencian entre los operativos de liberación de víctimas de secuestro y las generadas por la detención de migrantes indocumentados.
Pese a ello, parece haber amplio consenso en que el secuestro de migrantes es un problema mayor. Por ejemplo, el cónsul hondureño en el estado mexicano de Veracruz, Raúl Otoniel, señaló a La Opinión que el secuestro "está siendo ahorita uno de los principales problemas de la migración".
Análisis de InSight Crime
Pese a los problemas en la obtención de datos veraces, hay varios motivos para creer que reportes anecdóticos como los citados arriba representan una tendencia mayor. Por un lado, los datos oficiales a disposición del público indican un grandísimo incremento de los secuestros de migrantes en los últimos años, lo que puede tener relación con el aumento de migrantes en paso por México huyendo del crimen y la violencia en Centroamérica.
Repitiendo lo dicho por Figueroa, de M3, periodistas y otros investigadores también han hallado que las medidas enérgicas contra la inmigración en México han hecho poco para contener la afluencia de migrantes, pero sí los han obligado a usar rutas peligrosas muchas veces bajo el control de grupos criminales. Esto ha puesto a los migrantes en mayor riesgo de casi cualquier forma concebible de explotación y abuso, incluyendo homicidio, violación, extorsión y, cómo no, secuestro.
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E incluso los migrantes que llegan a Estados Unidos no están necesariamente a salvo de los actores criminales. En un caso donde un tratante de personas fue sentenciado a tres cadenas perpetuas, el acusado admitió retener a migrantes indocumentados como rehenes en escondites en Texas.