Las autodefensas en México han entrado en un complejo de cuevas con armas de fuego, en búsqueda del líder restante de los Caballeros Templarios, en la "última fortaleza" del grupo. Pero mientras que el fin del juego puede estar cerca para los Caballeros en su forma actual, el caos criminal de Michoacán parece estar destinado a continuar.
El 22 de abril, una caravana de 100 vehículos cargados con miembros de las autodefensas entró en el municipio de Arteaga, la ciudad natal del líder de los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", informó El Economista. La policía, federal y estatal, acompañó a las autodefensas, sin que se reportaran enfrentamientos violentos.
A su llegada, las autodefensas enviaron unidades a las casas de los miembros de los Caballeros y, según Associated Press, empezaron a asegurar el perímetro del municipio. En los siguientes días, las autodefensas comenzaron a buscar un extenso sistema de cuevas en la zona.
El difícil y montañoso terreno alrededor de Arteaga ha hecho de la zona un refugio criminal durante décadas, informó El País. El líder de las autodefensas, Estanislao "Papá Pitufo" Beltrán -que al parecer entró en una cueva disparando su AK-47 al aire y gritando "¡Tuta! ¡Te ando buscando!”- dijo que las cuevas muestran señas de haber sido usadas por el cartel, y pudieron haber sido utilizadas como escondites.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre autodefensas de México
La Tuta es un ex maestro de escuela en Arteaga, que ha contado con un apoyo considerable a través generosos actos hacia la comunidad local, informó El Universal. Según la AP, Beltrán afirmó que la población local sólo había confabulado con el grupo criminal bajo la amenaza de la violencia.
Análisis del InSight Crime
La llegada de las autodefensas y las fuerzas gubernamentales a las cuevas -en donde muchos esperaban que fuera el último lugar de resistencia de La Tuta- sugiere que sus días ahora están llegando a su fin.
La continua presión que se ejerce sobre los Caballeros Templarios ha causado un fuerte impacto en el liderazgo del grupo, con otros jefes como Nazario Moreno, alias "El Chayo", y Enrique Plancarte, alias "El Kike", siendo recientemente asesinados. Cuando La Tuta sea finalmente arrestado o asesinado, esto representará un golpe del que probablemente la organización no sea capaz de recuperarse.
Aunque es probable que la capacidad operativa de los Caballeros se vea reducida de forma permanente, parece poco probable que el grupo sea sacado por completo del panorama. Los propios Caballeros son producto de la ruptura de sus predecesores en la Familia Michoacana, y lo que queda de la estructura de mando tratará probablemente de aferrarse a sus redes criminales lucrativas, lleven o no el mismo nombre.
Sin embargo, como lo ha señalado InSight Crime, su ruptura también crea oportunidades para que los enemigos de los Caballeros en el Cartel de Jalisco-Nueva Generación (CJNG), facciones criminalizadas de las autodefensas, algunas de las cuales también se cree que están trabajando con el CJNG y carteles externos.