Un grupo recién formado de policías comunitarios en Guerrero, México, ha bloqueado una carretera principal, deteniendo a 30 estudiantes universitarios y 40 autobuses de turismo, exigiendo mayores medidas de seguridad.
Los residentes de Tecpán de Galeana, una ciudad en la ruta entre Acapulco y Zihuatanejo, formaron una unidad de policía comunitaria y establecieron seis bloqueos a lo largo de la carretera, el 20 de junio. El grupo armado exigió la asistencia del gobierno en temas de seguridad frente a las supuestas amenazas del grupo criminal de los Caballeros Templarios, informó El Universal.
Entre los detenidos había un camión con 30 estudiantes de la Universidad del Pedregal de Ciudad de México, que fue detenido por un grupo armado mientras se dirigía a Zihuatanejo para las vacaciones de los estudiantes, informó Milenio. Según el rector de la universidad, el gobierno de Guerrero no ha hecho nada para intervenir y los estudiantes no tienen agua ni comida. Cuarenta autobuses turísticos también quedaron atrapados a lo largo de la ruta.
En el vecino estado de Michoacán, autodefensas irrumpieron en las oficinas del gobierno municipal de Buenavista Tomatlán el 19 de junio. Las autoridades informaron un día después que el ejército había desmantelado el grupo y había iniciado un diálogo con él.
Análisis de InSight Crime
Los grupos de autodefensa han continuado apareciendo tanto en Guerrero como en Michoacán durante 2013, pero han sido recibidos de manera muy diferente por cada gobierno estatal. En Guerrero, el gobierno ha buscado legalizar estos grupos y la policía comunitaria ha mostrado una tendencia a cooperar con las autoridades estatales, habiendo entregado a unos prisioneros en febrero para ser procesados por las autoridades estatales.
En Michoacán, por el contrario, la tensión ha continuado existiendo entre las fuerzas de seguridad del gobierno y los grupos de autodefensa. Algunos miembros de estos grupos fueron arrestados en marzo por presuntos vínculos con el grupo narcotraficante Cartel Jalisco - Nueva Generación (CJNG), y han tomado como rehenes a personal militar y de la policía en más de una ocasión.
Dado el contexto de la cooperación entre las autodefensas y las autoridades estatales en Guerrero, las protestas armadas sorprenden. Es posible que las preocupaciones ciudadanas, en términos de seguridad, hayan alcanzado un punto de inflexión y que los bloqueos y las detenciones sean una forma de llamar la atención. Guerrero fue incluido entre los cinco estados más violentos de México en los primeros cuatro meses de 2013. El gobernador Ángel Aguirre Rivero ha pedido una mayor asistencia de las fuerzas federales y prometió en mayo un aumento en la seguridad en la frontera con Michoacán, culpando a la violencia de su estado del desbordamiento de la misma en Michoacán, aunque Guerrero es hogar de muchas organizaciones criminales propias.