Las autoridades guatemaltecas han hecho varios arrestos y revelado detalles ante desconocidos sobre el homicidio de Byron Lima, el que fuera el "rey" de las prisiones del país. Las nuevas revelaciones indican que puede haber más de un motivo para el asesinato.
La fiscal general Thelma Aldana e Iván Velázquez, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), avalada por las Naciones Unidas, sostuvieron una conferencia de prensa el 3 de agosto para presentar detalles de la investigación sobre la muerte del excapitán del ejército convertido en mandamás en la cárcel Byron Lima y de otras trece personas en la cárcel Pavón en julio de 2016.
La conferencia se inició poco después de las noticias de la captura de varios sospechosos en el caso, incluyendo a Sara Elizabeth Cruz Mansilla, la esposa de Marvin Montiel Marín, alias "El Taquero". Desde el inicio de la investigación sobre el homicidio de Lima hace más de un año, los funcionarios habían afirmado que El Taquero había ordenado la muerte de Byron Lima porque el excapitán del ejército había interferido en su negocio de venta de drogas.
Reafirmando esta línea de investigación, las autoridades describieron cómo Cruz Mansilla y otras personas capturadas presuntamente introdujeron las armas y explosivos que se usarían para la masacre en la cárcel de Pavón con pases de entrega de material de construcción falsos y explotando los laxos controles de seguridad del centro penitenciario.
"Concluimos por lo tanto que entre Marvin Montiel Marín y Byron Miguel Lima existía un conflicto para hacerse al control de... Pavón", declaró Velázquez, y señaló que las tensiones entre los dos reos se remontaban a 2015, cuando se encontraban recluidos en otra prisión.
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En la misma conferencia, Velázquez entregó información sorprendente sobre la conducta de dos de los funcionarios penitenciarios de más alto rango en ese tiempo, a saber el exdirector del sistema penitenciario, Luis Carlos de León Zea, que se entregó a las autoridades el 3 de agosto, según Prensa Libre, y el subdirector operativo, Basilio Hernández Guzmán, uno de los capturados.
Según el jefe de la CICIG, tres informes internos separados durante abril y mayo de 2016 advirtieron a los funcionarios de la cárcel sobre el riesgo de que otros presos intentaran asesinar a Byron Lima. Un cuarto informe del director de Pavón también advertía en mayo de 2016 que había armas en la cárcel y pedía recursos para resolver esos problemas de seguridad.
"Conociendo la existencia del riesgo real e inminente de que Byron Lima sufriera un atentado [contra su vida], dado que no hicieron nada para evitarlo, son responsables como si lo hubieran cometido. Es lo que se conoce como 'comisión por omisión'", dijo Velázquez.
Durante la presentación también se conoció un detalle especialmente notable y que no se había revelado sobre el ataque a Lima: cuatro días antes del hecho, Hernández Guzmán había levantado la protección de guardias personales que el gobierno le había asignado a Lima poco después de su llegada a Pavón. No queda claro porqué se tomó esta decisión, pero esto ha levantado sospechas de que el exdirector pueda tener una implicación más que pasiva en el episodio.
Análisis de InSight Crime
Como lo relató InSight Crime luego de entrevistar al mismo Byron Lima en prisión, el dominio etilo militar que impuso en la institución y sus esfuerzos por detener la venta de ciertos narcóticos, sin duda le granjearon al excapitán muchas enemistades en la cárcel, entre ellos El Taquero.
Pero aunque la evidencia presentada parece respaldar la idea de que Montiel Marín y sus cómplices fueron los autores materiales del asesinato de Lima, detalles como el levantamiento de la seguridad adicional de Byron Lima pocos días antes de su muerte suscitan la pregunta de si puede haber otros actores poderosos que quisieran verlo muerto.
"Es posible que los capturados por el homicidio de Byron Lima y otras 13 personas no sean más autores intermedios de dichos crímenes", comentó el periodista y profesor Pedro Trujillo a InSight Crime. Pero, añadió, "por el grado de perfección y consecuente planificación con que se ejecutó, pareciera ser que hay autores intelectuales de mucho mayor nivel y sofisticación".
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Como ya lo había informado InSight Crime, Lima se había ganado la enemistad de figuras influyentes, como el exministro del interior Mauricio López Bonilla, quien se encuentra en prisión en Guatemala y tiene una solicitud de extradición de Estados Unidos en su contra por delitos de narcotráfico no relacionados. Esto ha levantado sospechas de que el exministro pueda haber tenido que ver con el homicidio.
"Cuesta creer que una persona como Lima, con poderosos enemigos políticos, narcotraficantes y personajes del crimen organizado, haya sido asesinado por un condenado que cumplía prisión junto a él por un tema de lucha de poder al interior de la cárcel", observó Trujillo.
Sin embargo, Trujillo advirtió que la historia de Guatemala indica que a pesar de la captura de algunos de los presuntos "autores materiales" del crimen (los que lo perpetradores), los "autores intelectuales" (quienes planearon y ejecutaron el homicidio) aún pueden eludir la justicia.
"Es posible que en el asesinato del excapitán tampoco se llegue a juzgar a la cúpula que lo planificó", comentó.