Estados Unidos y las Bahamas han firmado un acuerdo para facilitar la lucha contra el crimen transnacional en las islas, incluyendo el horrible crimen de la trata de personas.
El 27 de abril, Lisa Johnson, diplomática estadounidense, y Fred Mitchell, ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración de Bahamas, firmaron formalmente la Séptima Enmienda a la Carta de Convenio sobre Control de Narcóticos y Aplicación de la Ley, informó Tribune242.
La modificación dará lugar a que Nassau reciba US$2,74 millones, los cuales, según explicó Johnson, tienen como fin ayudar a “mejorar las capacidades del Cuerpo de Policía Real de las Bahamas [...] apoyar la reducción de demanda de drogas [...] y aumentar la capacidad de las Bahamas para investigar y enjuiciar delitos.”
Mitchell aseguró que la importancia de la nueva enmienda es “irrefutable”, y señaló que ayudará a proteger “nuestras fronteras de las amenazas perniciosas de lavado de dinero, la trata de personas y el contrabando de drogas ilícitas y de armas de fuego”.
Análisis de InSight Crime
La trata de personas (a menudo identificado como el segundo delito más rentable del mundo) se ha convertido en una creciente preocupación en las Bahamas en los últimos años. En el informe de 2014 del Departamento de Estado sobre Tratas de Personas (TIP por sus iniciales en inglés), se describe a este archipiélago como un “destino, origen y país de tránsito de hombres, mujeres y niños sometidos a trabajo forzoso y la trata con fines sexuales”.
Los trabajadores migrantes de Haití fueron identificados como especialmente vulnerables a la servidumbre involuntaria —aunque migrantes procedentes de China, Jamaica y Filipinas también habrían llegado a la nación caribeña en contra de su voluntad—.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre la trata de personas
El informe TIP también dice que las Bahamas fallan en el cumplimiento de los estándares mínimos para abordar el problema, pero que está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo; es de resaltar que en marzo de 2014 el país tuvo su primera condena por tráfico humano.
Otras naciones del Caribe también están en la lista de vigilancia de Estados Unidos por trata de personas. República Dominicana, en especial, se ha visto como un país de tránsito y de origen de los migrantes, pues se han identificado redes de tráfico de personas que mueven migrantes dominicanos a Suramérica y cubanos a Puerto Rico.
Haití es otra fuente importante de trabajo forzoso, y el Índice Global de Esclavitud de 2014 lo identificó como el país que tiene el mayor porcentaje de población viviendo en condiciones de esclavitud en la región.