El arresto de seis miembros de una familia que dirigían una banda de extorsión en Buenos Aires ha llamado la atención sobre un nuevo método de extorsión en Argentina, conocido a nivel regional como “secuestros virtuales”.
La Nación informó que estas redes de extorsión recolectan la información de las potenciales víctimas en las redes sociales o realizando promociones callejeras falsas para conseguir sus nombres y números de teléfono. Posteriormente, la banda llama a las víctimas, generalmente durante las primeras horas de la mañana, y les dice que un familiar suyo ha sido secuestrado. En el fondo, se escucha a otro miembro de la banda que llora, grita y suplica para que paguen el rescate.
Si la persona no cae en la trampa, la banda inmediatamente cuelga y pasa al siguiente número. Según La Nación, algunas bandas hacen hasta 200 llamadas al día.
Las autoridades argentinas han desmantelado varias bandas de este tipo durante el último año, incluyendo una en la ciudad de Rosario, donde La Nación informó que, si bien no se han presentado nuevos informes de intentos de “secuestros virtuales” desde que la policía desmanteló la red, sí se han presentado una serie de informes de intentos de extorsión en los que los criminales dicen que son miembros de una infame banda narcotraficante local llamada Los Monos y amenazan a las víctimas con convertir sus hogares en laboratorios de droga si no pagan la extorsión.
Análisis de InSight Crime
Si bien la extorsión en Argentina aún no ha alcanzado los niveles endémicos que se presentan en países como Colombia o México y en el Triángulo Norte de Centroamérica, el aumento en la cantidad de redes de crimen organizado locales podría convertirse en una de las principales preocupaciones de seguridad en el futuro. Y a medida que se hace más frecuente, los delincuentes tienden a desarrollar nuevas técnicas para aprovecharse de un mercado en crecimiento, como lo dejaron claro los casos recientes en Buenos Aires y Rosario.
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Tanto el “secuestro virtual” como la práctica de hacerse pasar por bandas de narcotraficantes replican los métodos de extorsión usados en otros lugares de la región. En Colombia, las bandas de extorsión han utilizado varias técnicas para intimidar a sus víctimas, como hacerse pasar por miembros de grupos armados o agentes de la policía que tienen bajo arresto a un familiar y piden un soborno para liberarlo. En México, algunas bandas también utilizan los nombres de los muchos grupos criminales del país para intimidar a las víctimas y obligarlas a depositar dinero en una cuenta bancaria.