Bolivia ha dado un paso importante para reducir su papel central como puente aéreo de la cocaína en Suramérica con el acuerdo de compra de radares diseñados para detectar narcoaviones.
El 9 de noviembre, el ministro boliviano de defensa Remy Ferreira firmó un acuerdo para la compra de equipos de radar avaluados en 200 millones de euros (cerca de US$215 millones) de la firma francesa Thales Air Systems, informó EFE. El presidente boliviano Evo Morales y el francés François Hollande también estuvieron presentes en la firma, que tuvo lugar en el Palacio del Elíseo, en París.
Bolivia sirve como principal punto de tránsito en el llamado "puente aéreo de la cocaína" que conecta uno de los mayores productores mundiales de cocaína, Perú, con el segundo mayor consumidor del mundo, Brasil.
Morales mostró optimismo respecto a que la adquisición mejorará la capacidad de su país para combatir el narcotráfico por aire. "El mejor acuerdo en la lucha contra el narcotráfico es esta transferencia de radares a Bolivia", comentó Morales.
La compra de los radares franceses ha estado en preparación durante meses, pero las negociaciones se habían aplazado por falta de fondos.
Análisis de InSight Crime
Morales tiene motivos para ser optimista. Anteriormente se ha atribuido a los equipos de radar la drástica reducción de narcovuelos en Colombia, y más recientemente en Honduras. Más aún, la falta de radares ha sido identificada constantemente como una de las mayores vulnerabilidades de Bolivia en la lucha contra el narcotráfico transnacional. Si el país andino logra controlar su espacio aéreo podría revertir su creciente papel en el resurgimiento del puente aéreo de la cocaína en Suramérica.
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Los radares también deberán permitir a Bolivia hacer cumplir mejor otras medidas existentes dirigidas a reducir los vuelos con drogas. Bolivia aprobó una ley de interceptación y derribo de aviones en abril de 2014, pero se informa que las fuerzas de seguridad han sido incapaces de implementarla debido a la falta de equipo de monitoreo aéreo.
Bolivia está listo para unirse a un número cada vez mayor de países latinoamericanos equipados para abatir aviones sospechosos de transportar drogas, como Perú, Venezuela, Colombia y Honduras.
Sin embargo, es poco probable que la instalación de equipos de radar actúe como panacea para todos los problemas de narcotráfico en Bolivia. Muchos factores han contribuido a la reputación del país como nuevo eje de la droga en Suramérica, incluyendo problemas en gran medida inabordables, como la corrupción y el cultivo continuado de plantas de coca.