El gobierno boliviano expresó su interés de intercambiar inteligencia con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés), la agencia estadounidense que, como bien se sabe, el presidente Evo Morales expulsó del país en 2008.
“Nos pondremos a trabajar en mecanismos de cooperación, sabiendo que somos diferentes, pero que podemos tener también causas comunes" dijo el ministro del Interior Hugo Moldiz en una conferencia de prensa.
Aun así, Moldiz advirtió contra el optimismo y dijo que Estados Unidos no dejará de intentar socavar “procesos progresistas y revolucionarios” en Latinoamérica. También dijo que a la DEA no se le permitiría volver a abrir oficinas en Bolivia.
En el año 2014, Bolivia produjo cerca de 22.000 hectáreas de coca, la planta utilizada para elaborar cocaína; según Moldiz, 19.000 de esas hectáreas fueron producidas legalmente.
Análisis de InSight Crime
Este anuncio llega después de varios años de tensas relaciones entre los dos países. Bolivia expulsó a la DEA y al embajador de Estados Unidos en 2008, supuestamente por “espionaje” y “conspiración”, aunque otros informes señalan que Morales creía que la DEA lo seguía cuando visitaba a sus amigas.
Las relaciones se descongelaron en 2011, cuando ambos países firmaron un marco de cooperación mutua, que incluye, como un área de interés común, la lucha contra la producción y el tráfico de drogas. Uno de los programas combinaba experiencia norteamericana con satélites brasileños para monitorear la producción de coca.
A raíz de la ausencia de la DEA, Europa ha prometido diversas cantidades de dinero dirigidas a apoyar los esfuerzos de Bolivia en su lucha contra las drogas. En 2013, la Unión Europea ofreció US$33,4 millones en ayuda antinarcóticos, mientras que Estados Unidos aportó US$6 millones.
La superficie total cultivada de coca bajó 26 por ciento en el período de tres años comprendido entre 2010 y 2013, y si las declaraciones de Moldiz son ciertas, esta es la menor producción de coca que ha tenido el país desde el año 2002.