Oficiales de seguridad en Bolivia crearon una base de datos de los lugares del país donde operan pandillas, como parte de una iniciativa más amplia para reducir el crimen y la violencia en el país andino.
El 11 de abril, el ministro del interior Carlos Romero anunció en la VI Cumbre de Seguridad Ciudadana, realizada en La Paz, que la policía ha realizado una georreferenciación de las pandillas en el país, informó La Razón. Según la policía, hay 269 pandillas activas en Bolivia, con mayores concentraciones en las ciudades de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. (Vea el mapa de InSight Crime abajo)
Santa Cruz alberga 60 pandillas y casi 2.500 pandilleros, mientras que en La Paz hay 48 pandillas que suman 1.645 miembros. En Cochabamba, la policía ha identificado 44 bandas delincuenciales que agrupan a 1.476 pandilleros. El informe de la policía muestra que hay 7.731 pandilleros activos en todo el país.
Romero afirmó que este mapeo se hizo para apoyar las decisiones de las autoridades en la redistribución de agentes y la instalación de cámaras de seguridad.
Durante la cumbre el presidente Evo Morales anunció que se reservarán US$105 millones para modernizar la policía del país con el fin de que esté mejor preparada para combatir la delincuencia.
También el 11 de abril, Romero presentó un proyecto de ley ante la Asamblea Legislativa de Bolivia para reducir la edad de responsabilidad penal de 16 a 14 años, según nota de La Razón. Romero indicó que el proyecto de ley busca reducir la violencia entre los jóvenes involucrados en la actividad pandillera.
Análisis de InSight Crime
El mapeo de los lugares donde operan las pandillas y la modernización del cuerpo policial son medidas de seguridad sensatas; sin embargo, no hay garantía de que estos pasos conduzcan a una reducción importante de los índices de criminalidad en el país. Esto se debe a que no es claro hasta qué punto las pandillas son responsables del crimen y la violencia en primer lugar, y Bolivia ya tiene tasas de homicidio muy inferiores a las de muchos otros países de Latinoamérica.
La mayor amenaza de seguridad en Bolivia es, según se dice, el incremento del negocio transnacional de la droga, y la presencia de grupos criminales extranjeros que buscan aprovechar la posición estratégica del país andino como productor de droga y punto de trasbordo. Las nuevas medidas del gobierno pueden intensificar la presión las pandillas de bajo nivel, pero parece que dejarán intocadas las estructuras criminales organizadas.
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En lo que respecta a la propuesta de reducir la edad de responsabilidad penal, se crea el riesgo de incentivar a las pandillas a reclutar miembros aún más jóvenes. Los niños también estarían expuestos al sistema de la justicia penal a una edad más temprana, lo que los carga con un estigma social y aumenta las probabilidades de que recurran a la delincuencia en el futuro.