Las autoridades bolivianas han informado un incremento en la producción de cocaína en la región occidental del país, lo que sugiere que la delincuencia transnacional puede expandiendo su influencia en Bolivia, un importante centro regional de tráfico.
Con base en los recientes descubrimientos de fábricas de cocaína a gran escala cerca de la frontera de Bolivia con Chile y Perú, las autoridades antidrogas dicen que el procesamiento de cocaína está creciendo en las áreas alrededor de las ciudades de Oruro, Potosí y La Paz, informó La Razón.
El anuncio se produce tras el descubrimiento en septiembre de un "narcopueblo", cerca de la frontera con Chile, y la destrucción de otra fábrica en la misma zona en julio. Las autoridades bolivianas afirman que han descubierto varias otras fábricas de cocaína en poblaciones cercanas desde el comienzo de 2013, informó el diario La Razón.
Según funcionarios bolivianos, esta zona es un territorio nuevo para los traficantes, que suelen utilizar las fábricas en el departamento de Santa Cruz, al oriente del país, un punto de tránsito principal, o el departamento central de Cochabamba, una de las mayores regiones productoras de coca del país.
Análisis de InSight Crime
La ubicación central de Bolivia y el fácil acceso a los precursores químicos lo han convertido en un centro cada vez más importante para el procesamiento de coca doméstica y de Perú, en gran parte destinada a la exportación y el consumo en el resto de Latinoamérica.
Los débiles cuerpos de seguridad del país y el flujo en el liderazgo de la policía antinarcóticos (FELCN), junto con la expulsión de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos y la posterior retirada de otras agencias de control de drogas de Estados Unidos, han creado un camino de resistencia mínima para los narcotraficantes. La laxa supervisión ha permitido la proliferación de laboratorios de drogas en todo el país y se haya extendido a las ciudades fronterizas, que ya tienen una conexión establecida para las rutas de contrabando hacia otros países, en particular Brasil.
Brasil es el destino de aproximadamente el 80 por ciento de la cocaína producida en Bolivia, que, o bien se exporta a Europa o se vende en el mercado interno -el segundo mayor del mundo después de Estados Unidos. Primer Comando de la Capital de Brasil (PCC) es uno de los jugadores clave en este comercio y tiene una creciente presencia en el país.
Las negaciones del gobierno boliviano sobre la presencia de grupos criminales organizados extranjeros en el país han disminuido en el último año, con funcionarios reconociendo cada vez más la amenaza que suponen para la seguridad. A principios de este año, Brasil y Bolivia establecieron planes bilaterales de esfuerzos contra el crimen organizado en la región fronteriza.
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