Luego de que piratas informáticos robaron y publicaron los datos personales de 50.000 policías militares Rio de Janeiro, las autoridades de Brasil han puesto en marcha una investigación. El hackeo puede estar más relacionado con las protestas sociales en ese país, aunque ilustra la vulnerabilidad de las bases de datos oficiales.
Las direcciones, números de teléfono, números de seguridad social y correos electrónicos se publicaron el fin de semana en la página de Facebook de un grupo llamado "Anoncyber y Cyb3rgh0sts", que previamente había publicado el logotipo de la red global de hacktivistas Anonymous, informó CBN Foz.
La filial de Anonymous en Rio negó cualquier conexión. Una disculpa fue publicada luego en la página de Anoncyber y Cyb3rgh0sts, con los administradores afirmando que la filtración había sido llevada a cabo por uno de sus miembros sin permiso. El uso de este tipo de información tiene el potencial de tener "consecuencias negativas", dijeron los grupos, "que es exactamente lo que sucedió", informó Convergencia Digital.
Los piratas informáticos (hackers) atacaron también la página de internet de la asamblea legislativa del estado de Río de Janeiro, informó Estadão, con la página mostrando un baile pirata animado durante el sabado y el domingo, acompañado de un mensaje en inglés: "Haz lo que quieras porque un pirata está libre! Tu eres un pirata!". El Jornal informó que Anonymous se había atribuido la responsabilidad de ese ataque y lo catalogó como una protesta contra una nueva ley que prohíbe el uso de máscaras durante las manifestaciones en la capital brasileña.
Análisis de InSight Crime
Si bien existe cierta confusión sobre quién fue el responsable de estos ataques y por qué, una cosa está clara: los cibercriminales tienen el potencial de causar estragos en las instituciones latinoamericanas y, en el proceso, poner a las personas en peligro. La clara vulnerabilidad de la página de internet de la asamblea estatal deja la puerta abierta para ataques más graves.
Pero la difusión pública de las direcciones de los oficiales de la policía brasileña, contra los cuales hay una seria indignación pública y desconfianza, y quienes están en batallas mortales con las pandillas callejeras, sin duda podría ser peligroso. La policía de Río tiene un largo historial de corrupción y violencia graves, matando a una persona por cada 23 detenidos en 2008 -en comparación con la tasa de Estados Unidos el mismo año de uno por cada 37.000-.
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InSight Crime ha informado sobre el creciente uso de Internet por parte del crimen organizado; una actividad que le está costando a la región miles de millones de dólares al año y cada vez es más creativa. Un informe encargado por la Organización de los Estados Americanos a principios de este año resaltó cómo el crimen organizado estaba atacando específicamente las deficiencias en sus países de origen, y cómo los cuerpos de seguridad y los gobiernos no lograban seguir el ritmo a los avances tecnológicos.