El gobierno brasileño ha reducido el presupuesto de la unidad de la policía a cargo de la investigación de un monumental escándalo de corrupción que acaba de salpicar al presidente del país. Un hecho que evidencia los esfuerzos sostenidos de las élites brasileñas por sabotear los operativos anticorrupción de amplio alcance.
La administración del presidente Michel Temer recortó el presupuesto y el personal de la fuerza de tarea policial que prepara una investigación anticorrupción de gran alcance, conocida como "Operação Lava Jato" (Operación Lavado de Autos), informó Estadão.
Los recortes llevaron a la reducción del personal de la fuerza de tarea de nueve a solo cuatro personas, y al retiro del 44 por ciento del dinero asignado a la división en el presupuesto para 2017, según el medio informativo.
Temer es objeto de gran controversia y de una investigación oficial luego de la reciente publicación de grabaciones de audio en las que parece pedir a un empresario que participe en sobornos.
Se dice que es la primera vez que el personal de la fuerza de tarea de Lava Jato tiene recortes desde su inicio en marzo de 2014.
La fuerza de tarea ha permitido revelar lo extendido de la corrupción en Brasil, arrojando luz sobre lo generalizado de estos manejos ilícitos en Brasil, que involucran al gigante petrolero estatal Petrobras y a la mayor constructora brasileña, Odebrecht, además de otras firmas.
Varios reconocidos políticos y empresarios han sido arrestados en relación con el escándalo, y muchos más, además de Temer, afrontan investigaciones por su posible participación, lo que incluye a los últimos cinco presidentes de Brasil.
Análisis de InSight Crime
Aparte del hecho de que el presidente mismo, al parecer, fue atrapado en la cinta promoviendo el mismo tipo de actividades que investiga la fuerza de tarea de Lava Jato, la decisión de la administración Temer de recortar el dinero para la división especial constituye una evidencia más de que elementos de la élite política brasileña intentan boicotear las investigaciones contra la corrupción.
Los fiscales de la Operación Lava Jato, en Curitiba, Brasilia y Rio de Janeiro, declararon a Estadão que los recortes de presupuesto son una forma de interferencia directa de la administración de Temer en las investigaciones. Un integrante de la fuerza de tarea en Curitiba, que declaró con la condición de que se mantuviera su anonimato, llegó incluso a afirmar que los recortes "serán el fin" de la Operación Lava Jato.
Estos temores fueron repetidos por Eduardo Sobral, presidente de la Asociación de Delegados de la Policía Federal (Associação dos Delegados da Polícia Federal –ADPF), quien afirmó: "Los recortes de presupuesto siempre han sido vistos como una espada de Damocles, que el gobierno puede usar cuando lo desee, para paralizar nuestras actividades debido a nuestra falta de autonomía financiera".
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No es la primera vez que las élites políticas en Brasil parecen haberse confabulado para descarrilar las investigaciones del Lava Jato. Grabaciones de audio aparte, obtenidas y publicadas en 2016 por Folha de São Paulo, parecían mostrar a un influyente político muy cercano a Temer discutiendo con un importante empresario sobre cómo usar el proceso de juicio político contra la entonces presidenta Dilma Rousseff como una manera de "detener el desangre" de las investigaciones anticorrupción. (Rousseff eventualmente fue juzgada y destituida por razones ajenas a la corrupción o al escándalo del Lava Jato).
Además, el Congreso brasileño —con más de un tercio de sus dignatarios implicados en las denuncias por corrupción más recientes— ya ha intentado anteriormente aprobar leyes para blindarse de acusaciones de corrupción. Y como lo había informado InSight Crime, los analistas señalan que es probable que los legisladores unan fuerzas en futuras iniciativas similares que podrían afectar el avance de las investigaciones anticorrupción.