Un informe publicado recientemente por una reconocida ONG afirma que al menos 140 candidatos a cargos políticos en Colombia tienen nexos criminales —incluyendo vínculos con grupos paramilitares y del crimen organizado—, una preocupante muestra de los fuertes y duraderos nexos entre los políticos y las organizaciones criminales del país.
Un resumen del informe, escrito por un investigador de la ONG colombiana Paz y Reconciliación y publicado en El Espectador, divide a los candidatos con nexos criminales en cuatro grupos: 1) candidatos con nexos con grupos paramilitares; 2) candidatos vinculados a grupos criminales; 3) candidatos condenados o investigados por mal manejo de fondos públicos u otras violaciones a la ley; 4) candidatos vinculados a redes de contratistas del Estado e involucrados en el desfalco de fondos públicos. (Vea aquí en —pdf— la lista completa de los 140 candidatos). Las elecciones locales y regionales de Colombia tomarán lugar en octubre próximo.
El informe encontró que los candidatos están ubicados en 19 de los 32 departamentos de Colombia, siendo Sucre (30) y Antioquia (26) los que registraron el mayor número de candidatos con nexos criminales (vea gráfico de El Espectador abajo). El informe afirma que el 78 por ciento de estos candidatos tienen alta probabilidad de ser elegidos. El autor del informe, Ariel Ávila Martínez, le dijo a InSight Crime que las cifras fueron calculadas usando resultados electorales preliminares y teniendo en cuenta que algunos de los candidatos no tienen competidores para los cargos.
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Según el informe, algunos de los candidatos con nexos paramilitares compiten en los mismos distritos electorales donde ejercieron cargos públicos en el pasado. Por ejemplo, muchos de los candidatos del departamento de Magdalena, al norte del país, firmaron el llamado “Pacto de Chivolo” en el año 2000, un acuerdo entre varios políticos de la región y un grupo paramilitar dirigido por Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40.”
Las conexiones entre políticos y paramilitares, como aquellos apadrinados por Jorge 40, estuvieron en el centro de los escándalos de parapolítica que llevaron al encarcelamiento de docenas de políticos a mediados de la primera década del nuevo siglo.
Análisis de InSight Crime
Según Ávila Martínez, los resultados del informe indican que las redes paramilitares de Colombia nunca se alejaron de algunas de las áreas que sufrieron los mayores niveles de violencia y desplazamiento, como resultado del conflicto armado que vive el país.
“Las estructuras políticas [en estas áreas] han seguido siendo las mismas”,le dijo Ávila a InSight Crime. “Son políticos de la época de la expansión paramilitar. Después desaparecieron durante unos seis o siete años de la escena públlica. Muchos fueron a la cárcel o desaparecieron. Y ahora están volviendo a las elecciones.”
El regreso a cargos públicos de expolíticos que presuntamente estuvieron involucrados en los escándalos de parapolítica de Colombia también podría tener consecuencias en otros aspectos. “Sería un impedimento”, dice Ávila Martínez, en especial para los esfuerzos de restitución de tierras y otros procesos de reparación relacionados con el conflicto armado en Colombia.