La Policía de El Salvador arrestó el miércoles pasado a José Carlos Ramírez Umanzor, alcalde de la pequeña ciudad oriental de Pasaquina, por tráfico de drogas. Esta captura vuelve a abrir varias preguntas sobre la complicidad del sistema político salvadoreño con grupos de narcotráfico.
A Ramírez Umanzor, miembro del partido opositor Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), la Fiscalía lo acusa de dirigir una estructura que se dedica al tráfico de estupefacientes en la zona oriental del país, frontera con Honduras y Nicaragua a través del Golfo de Fonseca.
De acuerdo a la División Antinarcóticos de la Policía salvadoreña (DAN), también forma parte de la organización otro funcionario municipal de Pasaquina y Santos Ernesto Luna, hermano del fallecido narcotraficante José Natividad Luna Pereira, alias Chepe Luna, y uno de los primeros líderes de la banda de narcotraficantes Los Perrones a inicios de la década 2000.
Pasaquina fue, la década pasada, uno de los centros de operación de Los Perrones, una de las dos organizaciones criminales que, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), creció en El Salvador gracias, en parte, a la protección y apoyo que le dieron políticos locales.
Conectada por carretera y caminos rurales con los puntos ciegos de la frontera terrestre con Honduras, con los manglares del Golfo de Fonseca y con las salidas a la carretera Panamericana por las cercanas ciudades de Santa Rosa de Lima y San Miguel, Pasaquina ha sido una encrucijada perfecta para el paso de la cocaína que traen las lanchas rápidas procedentes de Suramérica que suelen recalar en El Salvador.
Ya a mediados de la década de 2000, otro alcalde de Pasaquina por ARENA, Héctor Odir Ramírez, fue relacionado con Chepe Luna por investigaciones policiales y periodísticas. Durante su periodo, Ramírez otorgó a Luna partidas de nacimiento sospechosas de ser irregulares.
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Herbert Saca Vides, uno de los principales asesores de los expresidentes Antonio Saca González (ARENA, 2004-2009) y Mauricio Funes (2009-2014), también ha sido vinculado a Los Perrones, e incluso compartía abogado con uno de sus líderes, mientras también recibía traslados de efectivo de otro miembro de la banda que había sido investigado por narcotráfico en los 90.
Varios jefes policiales de alto nivel fueron investigados por la Inspectoría General de la Policía en 2010 por sus supuestas conexiones con Luna y Los Perrones, pero esas investigaciones fueron archivadas por la misma administración del presidente Funes.
Análisis de InSight Crime
Pasaquina, el apellido Luna y la banda Los Perrones se escriben con mayúsculas en el mapa del narcotráfico salvadoreño. La captura del alcalde de Pasaquina, uno de los centros de operaciones de la banda, y de un hermano del narcotraficante Chepe Luna arrojan muchas preguntas sobre la capacidad de los narcotraficantes salvadoreños de reciclarse y rearmarse gracias, en buena medida, a la protección del sistema político.
En enero de 2012, la justicia salvadoreña condenó a Reynerio Flores Lazo, otro de los líderes de Los Perrones, a 80 años de cárcel por cuatro cargos de narcotráfico. Según investigaciones policiales de aquellos años, Flores Lazo y Los Perrones movieron al menos 2,4 toneladas de cocaína entre Costa Rica y El Salvador solo en 2004.
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Tras esa captura, la de otros líderes y el asesinato de Chepe Luna en Honduras, en El Salvador se daba por hecho que la banda Los Perrones había desaparecido, pero desde 2011 había indicios de que los narcotraficantes de oriente seguían moviendo droga. Ese año, informes de inteligencia elaborados por la Policía indicaban que antiguos miembros de la banda estaban comprando terrenos en El Salvador y Honduras, y que seguían moviendo cocaína.
Según fuentes de la Policía citadas por La Prensa Gráfica, la estructura dirigida por el alcalde, detenido el miércoles pasado, también movía droga desde Costa Rica. Otro de los detenidos es Darwin Rodríguez Estrada, un guatemalteco a quien la Policía asocia con dos kilogramos de cocaína procedentes de tierras costarricenses.
El mismo día que la Policía capturó al alcalde de Pasaquina fue arrestado, en aguas territoriales salvadoreñas, Jorge Mario Marroquín Fuentes junto con otras cuatro personas en una embarcación en la que transportaban 840 kilos de cocaína. Marroquín es hermano de Carlos Alberto Marroquín, alcalde del municipio Moyuta en el sureño departamento guatemalteco de Jutiapa, que es otra ciudad centroamericana que está en las rutas de narcotráfico que han utilizado Los Perrones en el pasado.
Las capturas del alcalde de Pasaquina, el hermano de Chepe Luna y los guatemaltecos de Jutiapa dan cuenta de que las viejas organizaciones transportistas centroamericanas, que crecieron a la sombra de la connivencia estatal, siguen activas, alimentando las rutas del narcotráfico en la región.