La captura de uno de los jefes de la Organización Beltrán Leyva aumentaría la fragmentación que experimenta uno de los grupos criminales más poderosos del país, lo que a su vez puede motivar un recrudecimiento de la violencia en ciertas zonas.
El 9 de diciembre, la Policía Federal del estado de Jalisco detuvo a Alfredo Beltrán Guzmán, alias "El Mochomito", junto con otros cuatro sospechosos, entre los que se encontraba su guardaespaldas, informó El Universal.
Las autoridades acusaron a El Mochomito de "ordenar varios secuestros y asesinatos contra miembros de grupos rivales" y de participar en el negocio de la droga, según un reportaje de Animal Político.
El Mochomito es hijo de Alfredo Beltrán Leyva, alias "El Mochomo", exjefe de la Organización Beltrán Leyva (OBL), quien fue arrestado en México en 2008 y extraditado a Estados Unidos en 2014. El Mochomito asumió presuntamente una posición de liderazgo en la OBL luego de la captura de su padre.
Además, la madre de El Mochomito es prima del jefe del Cartel de Sinaloa en prisión Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo". Tras el arresto de El Mochomo en 2008, el Cartel de Sinaloa y la OBL se enfrascaron en una intensa guerra, motivada por la sospecha de que El Chapo había dado a las autoridades información que les permitió a llegar al jefe de la OBL.
Hay sospechas de que la organización de El Mochomito dirigió un ataque contra la residencia de la madre de El Chapo en junio de 2016, y se alió con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), otro rival del Cartel de Sinaloa, del que se sospecha tuvo que ver con el secuestro y la posterior liberación de dos de los hijos de El Chapo en agosto pasado.
Los jefes de la OBL, aunque fracturados, parecen estar concentrándose cada vez más en manos de Fausto Isidro Meza Flores, alias "Chapo Isidro", una figura algo turbia de quien se cree que es uno de los instigadores de la guerra entre la OBL y el Cartel de Sinaloa.
Análisis de InSight Crime
El arresto de El Mochomito podría provocar una fragmentación mayor del panorama criminal mexicano. En operativos de seguridad recientes se ha capturado o dado de baja a otros varios jefes importantes de la OBL, lo que a su vez da pie a luchas internas de poder que han debilitado al grupo. Sin embargo, como ya lo señaló InSight Crime, la estrategia de ataque a los cabecillas puede crear vacíos de poder en las organizaciones criminales, lo que a su vez puede ser un generador de mayor violencia, cuando los potenciales jefes se disputen estas posiciones de liderazgo vacantes.
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En entrevista con Univisión, el analista de seguridad Alejandro Hope señaló que espera que el arresto de El Mochomito dé lugar al desarrollo de nuevos grupos criminales en la parte occidental de México, donde se encuentran los bastiones de la OBL y del Cartel de Sinaloa. Hope también pronostica una continuación de la violencia en esa parte del país a raíz de conflictos relacionados entre esos grupos.
Además de la agitación interna en la OBL, hay otras dinámicas que podrían contribuir a la continuación de la violencia en México. Algunos expertos han especulado que la inminente extradición de El Chapo a Estados Unidos ha dado pie a los intentos de los rivales del Cartel de Sinaloa por entrar al territorio en control del grupo. Esta invasión podría llevar a futuros enfrentamientos entre el Cartel de Sinaloa y grupos como la OBL y el CJNG, en particular en áreas estratégicas, como Tijuana, uno de los corredores más importantes para el tráfico de drogas a Estados Unidos.