Una reciente información sobre el asesinato de una concejala de la ciudad de Río de Janeiro podría finalmente llevar a sus asesinos ante la justicia, pero ello no significa que las perspectivas a largo plazo sean optimistas.
El asesinato de la concejala Marielle Franco y su chofer en el mes de marzo ha acaparado la atención de los medios de comunicación de Brasil durante todo el año. El caso avanzó lentamente durante varios meses, aunque las primeras revelaciones sobre las balas utilizadas en el ataque apuntaban a la participación de la policía.
Finalmente, a principios de diciembre se produjo un avance, cuando el general Richard Nunes, secretario de seguridad pública de Río, atribuyó la muerte de Franco a una "milicia local" que temía que ella se interpusiera en las intenciones del grupo de conseguir valiosos terrenos que le permitirían seguirse expandiendo.
Nunes le dijo al diario O Estado de São Paulo que la milicia "sobreestimó" la capacidad de Franco para interferir en los planes de ocupar terrenos ilegalmente y para especular sobre los derechos de propiedad en el barrio Jacarepaguá, al occidente de Río.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil de Brasil
Nunes también descartó que hubiera alguna relación entre el asesinato de Franco y sus fuertes objeciones a la militarización de Río de Janeiro en febrero de 2018, cuando el presidente Michel Temer envió miles de soldados a la ciudad para sofocar la creciente violencia.
Desde entonces, las autoridades han arrestado a varias personas, entre ellas a otro concejal de la ciudad, Marcello Moraes Siciliano, quien fue arrestado por ser sospechoso de ayudar a planificar el asesinato. Dos exagentes de la policía militar fueron detenidos como posibles perpetradores.
Análisis de InSight Crime
Es difícil confirmar la veracidad de las revelaciones de Nunes. Hasta el momento, cierta información parece corroborar sus hallazgos, pero él no presentó pruebas tangibles para respaldar sus afirmaciones sobre el asesinato de Franco.
Un pandillero detenido el pasado mes de mayo fue el primero en señalar al concejal Moraes Siciliano y al líder de pandilla Orlando de Oliveira de Araújo por planear el asesinato. Uno de los dos exsoldados arrestados la semana pasada es un conocido socio del líder pandillero.
Pero el anuncio se presenta en un momento políticamente oportuno. La entrevista a Nunes fue publicada el mismo día en que la policía de Río anunció que había frustrado un complot para asesinar a un representante federal de la ciudad, Marcelo Freixo, quien era cercano a Franco y también se oponía a la estrategia de militarización.
Freixo supuestamente fue atacado por las mismas personas que asesinaron a su protegido político y también estaba escandalizado por la estrategia de mano dura del gobierno en la ciudad de la que es representante.
VEA TAMBIÉN Ciudadanos de Río desconfían de su policía militar, pero ven pocas alternativas
La militarización de Río se ha prolongado ya por 10 meses y no ha logrado mejoras sustanciales en la seguridad de la ciudad; por el contrario, ha causado un aumento en la cantidad de homicidios. En agosto, las muertes debidas a la acción policial en la ciudad fueron las más altas que se han presentado en 20 años.
El presidente entrante, Jair Bolsonaro, no ha dicho abiertamente si mantendrá la presencia militar en Río, pero sus duras políticas de seguridad, como la de darle a la policía "licencia para matar", indican que es muy probable.
Tal vez Marielle Franco fue asesinada porque pretendía estropear un abusivo acuerdo de propiedad. Pero el hecho de que hayan sido atacados dos líderes políticos, ambos abiertamente en contra de las tácticas de mano dura del gobierno, plantea el temor de que se presenten más asesinatos políticos.