Las autoridades en Bolivia están tras la pista de cinco “mega bandas” criminales que incluyen miembros extranjeros, lo que destaca el estatus del país como un lugar de destino para los criminales migrantes y la amenaza que representan para la seguridad.
El 15 de mayo, el director nacional de inteligencia anunció que la policía en las ciudades de Santa Cruz y La Paz está buscando a cinco pandillas con miembros de Colombia, México y Perú, informó La Prensa. Según las autoridades bolivianas, estos grupos se dedican principalmente al robo de bancos, tiendas de joyas, compañías que proporcionan préstamos y giros de dinero.
Este anuncio se produce poco después de que un boliviano y un colombiano fueran capturados con armas presuntamente utilizadas por las “mega bandas”. Varios miembros extranjeros de las bandas han sido arrestados en el último año, incluyendo al líder peruano de Los Nuevos Injertos, un grupo que realiza robos a mano armada en Perú y Bolivia.
Análisis de InSight Crime
Por años, las autoridades bolivianas han estado al tanto de la presencia de grupos criminales extranjeros, por lo que es probable que estas recientes medidas sean parte de un esfuerzo por librar a Santa Cruz de grupos criminales, antes de la cumbre G77+ China, de la cual la ciudad será anfitriona el 14 y 15 de junio. El gobierno boliviano transladó el 11 de mayo a 500 oficiales de la policía desde otras ciudades a Santa Cruz, y planea incrementar el número de policías a 4.500 para el momento que comience la cumbre.
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Bolivia ha sido durante mucho tiempo un paraíso para los operarios de organizaciones de narcotráfico extranjeras, las cuales llegan al país por su estatus como productor de cocaína y una nación de tránsito para el tráfico de drogas. En 2011, un oficial de inteligencia colombiano estimó que hasta 3.000 traficantes colombianos operan fuera del departamento de Santa Cruz. Grupos criminales brasileros y mexicanos también trabajan en esta región, incluyendo a la pandilla de prisión brasileña, el Primer Comando Capital (PCC). La naturaleza multinacional de la presencia criminal de Bolivia también parece haber tenido un efecto sobre los grupos que operan allí, con un peruano y dos colombianos aparentemente incorporados al PCC, siendo arrestados en Santa Cruz en 2013.
Además de transladarse a Bolivia, los grupos criminales colombianos también han establecido una presencia en Argentina y Perú. Lo que es único acerca de las “mega bandas” que la policía boliviana está buscando, es que su principal actividad económica parece ser el robo a mano armada, en lugar del tráfico de drogas. Su modus operandi sugiere que los criminales extranjeros, posiblemente motivados por las fuertes medidas de seguridad de sus países o por su propio estatus de fugitivos, se están dedicando a más que sólo al tráfico de drogas de Bolivia.