Aparentemente Bolivia se ha convertido en sede de al menos 20 clanes de la droga de Perú, proporcionado indicios de cómo la presencia del crimen organizado transnacional ha crecido en el país a medida que se convierte en el principal punto de tránsito para los narcovuelos de Perú.
Según el especialista en narcotráfico Jaime Antezana y la información suministrada por la Dirección Antidrogas (Dirandro) de Perú, estos 20 clanes familiares ahora operan en Bolivia, transportando y posteriormente refinando pasta de cocaína peruana, informó El Comercio. Aunque algunos miembros están en prisión y otros son buscados por las autoridades, estos siguen operando libremente, dijo una fuente de Inteligencia no identificada.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Bolivia, Alexander Rojas, dijo que un kilo de pasta base de cocaína peruana –con un valor de alrededor de US$1.000 en la región del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM)- cuesta US$1.500 en la ciudad boliviana de Santa Cruz, informó El Deber. Después de ser cristalizada en laboratorios clandestinos, el kilo vale US$10.000 en el mercado de Brasil y hasta US$50.000 en Europa, dijo.
Según fuentes de El Comercio en la Dirandro, el 50 por ciento de las 450 toneladas de cocaína que salen de Perú cada año son traficadas por vía aérea, y de estas, el 95 por ciento tiene a Bolivia como destino. La mayoría de los vuelos salen del VRAEM.
En lo que va del año las autoridades han incautado más de 1,5 toneladas de cocaína en seis aviones bolivianos.
Análisis de InSight Crime
El puente aéreo de cocaína peruano que una vez estuvo conectado a Colombia, fue cerrado por una intensiva campaña aérea asistida por Estados Unidos en los años noventa. Pero ahora ha resurgido con un nuevo destino: Bolivia. Desde donde las drogas son traficadas a los grandes mercados domésticos de Brasil y Argentina, así como a Europa.
Perú es el principal productor de coca y cocaína del mundo, y el VRAEM es el epicentro del tráfico de drogas, produciendo un estimado de 200 toneladas de cocaína cada año. El 90 por ciento de esta producción es sacado de la región por vía aérea, según el experto en seguridad peruano Rubén Vargas. Los pilotos suelen ser bolivianos, y un piloto con experiencia pueden ganar hasta US$25.000 por cada vuelo.
Los informes más recientes son un ejemplo de cómo ahora los peruanos controlan no sólo la producción y el transporte de coca por fuera de su país de origen, sino también de cómo participan cada vez más en este comercio en el lado boliviano. Un informe publicado en 2012 por IDL-Reporteros señaló que los clanes de la droga de Perú habían comenzado a establecer sus operaciones en Bolivia a medida que utilizaban cada vez más al país para refinar cocaína.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre la migración criminal
A medida que aumenta su condición como país de transito, Bolivia, y en particular el epicentro criminal de Santa Cruz, se ha convertido en el hogar de diferentes grupos del crimen organizado extranjero. Según los informes el país alberga a unos 3.000 narcotraficantes colombianos, a emisarios de los principales grupos narcotraficantes de Brasil, e incluso a bandas de robo locales con miembros de varios países.