Los narcotraficantes que operan a lo largo de la ruta de la cocaína entre Bolivia y Brasil están comprando producto peruano, ya que cuesta mucho menos, según un alto funcionario antinarcóticos de Bolivia.
El coronel Gonzalo Quezada, director de la policía antinarcóticos boliviana (FELCN), dijo que desde el comienzo del año, 7,7 toneladas de cocaína fueron incautadas en Bolivia, y el 50 por ciento de esa cocaína era peruana, informó El Diario.
Un kilo de pasta base de cocaína cuesta entre US$800 y US$900 en Perú, dijo Quezada, mientras que en Bolivia cuesta entre US$1.000 y US$1.200, según La Prensa. Según inteligencia de la policía, los grupos criminales brasileños tienen vínculos directos con los narcotraficantes que trabajan el Valle del Río Apurimac, Ene y Mantaro (conocido como el VRAEM), en Perú, los cuales exportan drogas a través de Bolivia, agregó.
Las cifras de incautaciones en 2013 probablemente serán menores que el año pasado, pronosticó, pero no porque no haya cocaína sino porque los narcotraficantes están siendo mucho “más eficientes”.
Análisis de InSight Crime
Las cifras de incautaciones proporcionan una prueba más de las cantidades de cocaína peruana que se envían a través de Bolivia hacia Brasil, el segundo mayor mercado mundial para esta droga. Según una investigación de un periódico y un informe policial el año pasado, alrededor de 3.000 kilos de droga salen de la región del VRAEM hacia Brasil cada mes. La posición geográfica de Bolivia, las fronteras porosas y la débil fuerza pública, han hecho de ella una nación de tránsito clave para los traficantes, así como un importante productor de coca y cocaína.
La razón por la cual la base de cocaína peruana es mucho más barata que su homóloga boliviana - y colombiana, que cuesta alrededor de US$1.200 por kilo - no es clara, pero una posible explicación es la calidad de sus ingredientes básicos. Aunque los productores peruanos todavía utilizan pozos de maceración al aire libre, en lugar del “método colombiano”, más nuevo y eficiente, la hoja de coca que utilizan es una variedad mucho más potente que aquella utilizada en Bolivia y Colombia. Ser capaz de obtener más base de menos hojas, a pesar de utilizar un método menos eficiente, puede mantener bajos los costos de producción, hasta el punto que les permite vender el producto a un precio inferior.