La policía colombiana ha capturado a 18 miembros de un grupo que robaba carros en el suroeste de Colombia y los revendía en países vecinos, resaltando el carácter cada vez más internacional de este tipo de redes criminales.
Con la ayuda de la Interpol, las autoridades colombianas descubrieron una operación dedicada al robo de vehículos en los departamentos (provincias) de Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Los sospechosos, que fueron capturados en la ciudad de Cali el 8 de octubre, al parecer llevaron los vehículos robados a Ecuador, Perú, Chile y Bolivia, haciéndose pasar por turistas, informó El País.
Desde que comenzaron las investigaciones hace un año, las autoridades han identificado 82 autos robados en los tres departamentos que luego fueron revendidos en los países vecinos. Mientras tanto, las autoridades ecuatorianas informaron que 862 vehículos, registrados como turistas al entrar al país, provenientes de Colombia sobre el puente de Rumichaca entre 2011 y 2012, nunca salieron.
Según las autoridades, los principales métodos utilizados por los ladrones de automóviles fueron robos a mano armada, la ubicación de autos parqueados sin vigilancia y el fraude. En algunos casos, presuntamente, los criminales abrieron concesionarios de automóviles y pagaron el 10 por ciento del costo total de los autos a los proveedores antes de cerrar la tienda y salir del país con los vehículos.
Análisis de InSight Crime
El descubrimiento de una importante red de robo de automóviles en el suroeste de Colombia se porduce tras la publicación el año pasado de un artículo de El País, que informó que Cali es la ciudad colombiana más afectada por el robo de vehículos, con 2.056 coches reportados como robados en 2011. El caso cuenta con precedentes. A principios de 2011 las autoridades desmantelaron una organización que operaba en la ciudad, la cual robaba autos de segunda mano en Ecuador y la región cafetera de Colombia. En febrero de 2012, la policía capturó a un miembro de otro grupo dedicado a la misma actividad.
El amplio alcance de la operación en este caso sugiere que el grupo mantiene una red de contactos criminales en otros países. El robo de automóviles es una actividad altamente rentable en muchos países de Latinoamérica, y en Brasil se ha descubierto que este crimen alimenta el narcotráfico transnacional, con los coches robados siendo canjeados por cocaína en Bolivia. En el pasado, las políticas laxas para carros no registrados en Bolivia habían proporcionado a los ladrones de automóviles en los países vecinos un refugio para legalizar y comercializar los vehículos robados.