Las fuerzas de seguridad de Colombia continúan las operaciones contra el segundo grupo guerrillero del país en vísperas de las conversaciones de paz, una posible señal de que el gobierno tiene la intención de mantener la presión militar sobre el grupo guerrillero con el fin de evitar que el proceso de negociación se dilate.
La armada colombiana anunció el 17 de octubre que dos docenas de miembros del frente Resistencia Cimarrón del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se habían desmovilizado en el departamento de Chocó, al occidente de Colombia, luego de algunas operaciones de seguridad en el municipio de Pizarro.
Según un comunicado de prensa del Ministerio de Defensa, el grupo entregó las armas y otros equipos a las autoridades. Entre los desmovilizados se encuentran dos de los líderes del frente, conocidos como alias “Horacio” e “Isaías”. El ministerio se refirió a la desmovilización como “una de las más numerosas que se haya registrado”.
“Esta es la mejor salida. Invito a los demás compañeros a que se acojan al programa de desmovilización”, así registró el comunicado las palabras de Horacio.
En una ceremonia de desmovilización, el comandante general de las fuerzas armadas de Colombia, general Juan Pablo Rodríguez, exaltó a los combatientes desmovilizados.
“Quiero dar la bienvenida a estos 24 miembros del ELN que decidieron cambiar sus vidas”, dijo Rodríguez. “Espero que sean un ejemplo para los demás”.
El principal líder del frente Resistencia Cimarrón, conocido como alias “Franklin” y “El Mocho”, fue asesinado durante una operación militar este año.
Dicha acción en el Chocó estuvo precedida por otra operación el 17 de octubre de 2015 en el noreste del departamento de Casanare, en la cual murió uno de los miembros del frente guerrillero, José Adonaí Ardila Pinilla, y otros cuatro fueron capturados, según informó El Espectador.
Entre los capturados se encontraban alias “Julián”, director del comité de finanzas del frente, y alias “Lucho Chino”, jefe de la comisión de orden público del frente.
El 19 de octubre, el Ministerio de Defensa anunció otra ronda de operaciones militares contra el ELN, en la cual se vio la incautación de varios sitios de procesamiento de droga en el noreste de Colombia y la captura de otro líder guerrillero, alias "Culebro Viejo," en Venezuela.
El gobierno colombiano y el ELN anunciaron recientemente que comenzarían oficialmente las negociaciones de paz en Quito, Ecuador, el 27 de octubre.
Análisis de InSight Crime
Las recientes acciones militares contra el ELN podrían ser parte de los esfuerzos del gobierno colombiano por mantener la presión sobre el grupo guerrillero a medida que se aproximan las conversaciones de paz. La estructura de las conversaciones, que hace énfasis en la participación de los grupos de la sociedad civil, así como el sistema horizontal de liderazgo del ELN, podrían retrasar los avances hacia un acuerdo final.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil del ELN
Por otra parte, al parecer hay algunas facciones disidentes del ELN que no están completamente de acuerdo con las conversaciones de paz. Mantener la presión militar sobre el grupo puede ser un intento de evitar que los miembros sigan participando en actividades criminales, y a la vez los incentiva a desmovilizarse y unirse al proceso de paz.
Colombia mantiene la presión sobre el ELN en vísperas de las conversaciones de paz
Miembros de las fuerzas armadas de Colombia aplauden a miembros del ELN desmovilizados
Las fuerzas de seguridad de Colombia continúan las operaciones contra el segundo grupo guerrillero del país en vísperas de las conversaciones de paz, una posible señal de que el gobierno tiene la intención de mantener la presión militar sobre el grupo guerrillero con el fin de evitar que el proceso de negociación se dilate.
La armada colombiana anunció el 17 de octubre que dos docenas de miembros del frente Resistencia Cimarrón del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se habían desmovilizado en el departamento de Chocó, al occidente de Colombia, luego de algunas operaciones de seguridad en el municipio de Pizarro.
Según un comunicado de prensa del Ministerio de Defensa, el grupo entregó las armas y otros equipos a las autoridades. Entre los desmovilizados se encuentran dos de los líderes del frente, conocidos como alias “Horacio” e “Isaías”. El ministerio se refirió a la desmovilización como “una de las más numerosas que se haya registrado”.
“Esta es la mejor salida. Invito a los demás compañeros a que se acojan al programa de desmovilización”, así registró el comunicado las palabras de Horacio.
En una ceremonia de desmovilización, el comandante general de las fuerzas armadas de Colombia, general Juan Pablo Rodríguez, exaltó a los combatientes desmovilizados.
“Quiero dar la bienvenida a estos 24 miembros del ELN que decidieron cambiar sus vidas”, dijo Rodríguez. “Espero que sean un ejemplo para los demás”.
El principal líder del frente Resistencia Cimarrón, conocido como alias “Franklin” y “El Mocho”, fue asesinado durante una operación militar este año.
Dicha acción en el Chocó estuvo precedida por otra operación el 17 de octubre en el noreste del departamento de Casanare, en la cual murió uno de los miembros del frente guerrillero, José Adonaí Ardila Pinilla, y otros cuatro fueron capturados, según informó El Espectador.
Entre los capturados se encontraban alias “Julián”, director del comité de finanzas del frente, y alias “Lucho Chino”, jefe de la comisión de orden público del frente.
El gobierno colombiano y el ELN anunciaron recientemente que comenzarían oficialmente las negociaciones de paz en Quito, Ecuador, el 27 de octubre.
Análisis de InSight Crime
Las recientes acciones militares contra el ELN podrían ser parte de los esfuerzos del gobierno colombiano por mantener la presión sobre el grupo guerrillero a medida que se aproximan las conversaciones de paz. La estructura de las conversaciones, que hace énfasis en la participación de los grupos de la sociedad civil, así como el sistema horizontal de liderazgo del ELN, podrían retrasar los avances hacia un acuerdo final.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil del ELN
Por otra parte, al parecer hay algunas facciones disidentes del ELN que no están completamente de acuerdo con las conversaciones de paz. Mantener la presión militar sobre el grupo puede ser un intento de evitar que los miembros sigan participando en actividades criminales, y a la vez los incentiva a desmovilizarse y unirse al proceso de paz.