Un nuevo informe que analiza la extorsión en Colombia da una idea del alcance de este crimen, lo cual muestra que la búsqueda de fuentes de ingreso alternativas y el cambio en las dinámicas criminales ha llevado a un aumento de la extorsión en los últimos años.
El Centro Seguridad y Democracia de Colombia —una organización con sede en la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá— ha emitido un informe en el que se analizan las estadísticas de la extorsión entre 2003 y 2014, documentando un total de 25.842 denuncias, informó El Tiempo.
Según el informe, la incidencia de la extorsión comenzó a aumentar en 2011, llegando a un total de 4.800 denuncias en 2013 —más del doble de denuncias reportadas diez años antes—. En 2014, en Colombia hubo un promedio de 13 extorsiones por día y un total de 4.888 denuncias.
El informe indica que los delincuentes comunes, más que las bandas criminales conocidas como Bacrim o los grupos guerrilleros, son los principales responsables del aumento de este delito, siendo los autores de 4.164 extorsiones en 2014, en comparación con 666 en 2008. Del total de extorsiones, nueve de cada diez son hechas en zonas urbanas; el departamento de Antioquia es el más afectado (16,6 por ciento), seguido por Bogotá, la capital del país (9,9 por ciento), y el departamento de Valle del Cauca (9,5 por ciento).
Sin embargo, los datos del informe sólo tienen en cuenta las denuncias hechas a las autoridades —se estima que los casos no reportados constituyen hasta el 80 por ciento del total de extorsiones—. Adicionalmente, las estadísticas del informe no incluyen la “microextorsión”, que consiste en que las bandas criminales cobran pequeñas tarifas diarias a vendedores ambulantes y a taxistas en sus áreas de operación.
En una entrevista con El Tiempo, el coronel Fabio López, director del Grupo Antisecuestro y Antiextorsión de la policía (GAULA), afirmó que las extorsiones hechas por criminales encarcelados también influyen en la alta incidencia del crimen. Estimó que los prisioneros realizan por lo menos 10.000 llamadas extorsivas por año.
Análisis de InSight Crime
El informe del Centro Seguridad y Democracia vuelve a confirmar una tendencia que se ha hecho muy evidente en Colombia: los niveles de extorsión están aumentando, mientras que la incidencia del secuestro y otros crímenes violentos ha disminuido.
De hecho, como InSight Crime lo informó anteriormente, llevar a cabo una extorsión es mucho menos riesgoso e implica menos recursos que otros crímenes —como el secuestro o el narcotráfico— y genera ganancias significativas. En 2013, El Tiempo estimó que la actividad de la extorsión en Colombia genera ganancias anuales de más de US$1.000 millones.
Como lo confirmó el coronel López en su entrevista, las redes extorsivas que operan desde las cárceles colombianas son gran parte del problema, y sus operaciones se han vuelto cada vez más sofisticadas; los prisioneros suelen llamar a sus víctimas fuera de la prisión con el fin de intimidarlas y hacer que les entreguen el dinero.
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Sin embargo, el gobierno colombiano ha tomado medidas para combatir al problema, como bloquear la señal de los celulares en las cárceles y abogar por un aumento en las condenas de criminales convictos por extorsiones.
No obstante, dada la supuesta facilidad con la que los reos obtienen teléfonos celulares, y los pocos riesgos relacionados con este crimen, los delincuentes comunes colombianos probablemente continuarán utilizando la extorsión como una fuente de ingresos.