Un reciente informe llama la atención sobre la supuesta connivencia de militares hondureños con los narcotraficantes en la remota costa oriental del país, lo que indicaría que la actual reforma de las fuerzas de seguridad de Honduras debería incluir también a los militares del país.
Según El Heraldo, a pesar de la presencia de las fuerzas armadas de Honduras en La Mosquitia, una remota región ubicada en la costa del mar Caribe, en la frontera con Nicaragua, la zona sigue siendo un activo corredor de tráfico de drogas.
Según funcionarios antinarcóticos cuya identidad se mantiene en reserva e informes militares consultados por El Heraldo, los narcotraficantes en esta zona no sólo ejercen control sobre la comunidad, sino además sobre soldados y militares.
A cambio de que les permitan pasar cargamentos de drogas sin ningún tipo de traba, los traficantes les ofrecen incentivos a los militares, como pagos en efectivo y acceso a eventos sociales y a prostitutas prepagadas. Por ejemplo, los traficantes pagan hasta US$100.000 por avión para evitar que sean detectados por los radares y US$65.000 para que los funcionarios no envíen jets a que intercepten vuelos cargados de drogas, informó El Heraldo.
En un caso de 2011 reseñado por El Heraldo, un equipo secreto conformado por agentes antinarcóticos extranjeros le ofreció a un contralmirante US$200.000 para que permitiera el paso de un cargamento de drogas. El funcionario aceptó la oferta.
Sin embargo, los pagos para que los militares abandonen sus zonas son al parecer más altos.
Un oficial relató cómo fue trasladado de La Mosquitia después de recibir un mensaje telefónico anónimo relacionado con un pago de US$350.000 para que abandonara su sector. El funcionario informó sobre la conversación al jefe de la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (FUSINA) en el departamento de Gracias a Dios, que hace parte de la región de La Mosquitia. Poco después, sin embargo, un brigadier general le ordenó que abandonara la zona inmediatamente.
Ese mismo funcionario dijo que más adelante fue falsamente incriminado por aceptar pagos de un conocido narcotraficante.
Además de hacerse los de la vista gorda, los oficiales del ejército en La Mosquitia también presuntamente les proporcionan armas y transmiten instrucciones y órdenes a los narcotraficantes. Fuentes consultadas por El Heraldo, sin embargo, aseguran que la connivencia oficial en La Mosquitia no sólo involucra a personal militar, sino además a policías, jueces, fiscales y personalidades políticas.
Análisis de InSight Crime
La lejanía de la región hondureña de La Mosquitia la convierte en un verdadero activo para los narcotraficantes que transportan drogas suramericanas pasando por Centroamérica en su ruta hacia Estados Unidos y Europa. Sin embargo, en ocasiones anteriores las autoridades hondureñas han dicho que los narcovuelos en la región —muchos de los cuales proceden de Venezuela— han sido eliminados gracias al incremento en los esfuerzos antinarcóticos.
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Últimamente se le ha prestado mucha atención a la reforma de la corrupta policía hondureña —un proceso cuyos avances han sido elogiados—. Aun así, informes como los de El Heraldo indican que todavía falta mucho por hacer para erradicar la participación de los militares hondureños en el narcotráfico.
Afortunadamente, los acontecimientos recientes permiten pensar que Honduras se estaría moviendo en la dirección correcta al respecto, aunque dichos progresos parecen ser estimulados por los esfuerzos de Estados Unidos en vigilar la corrupción militar. Debido a ello es que, el 7 de octubre, Estados Unidos anunció que varias personas estaban bajo investigación por su presunta participación en el Cartel del Atlántico, que opera en La Mosquitia. Entre ellos se encuentra el capitán del ejército hondureño Santos Orlando Rodríguez Orellana, quien posteriormente fue suspendido del servicio activo "de una manera deshonrosa”.
Juan Antonio "Tony" Hernández, hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien es otra "persona de interés" en la destacada investigación sobre narcotráfico, viajó a Estados Unidos el 25 de octubre para entrevistarse con funcionarios estadounidenses en relación con la investigación sobre narcotráfico y ya está de regreso en Honduras.