La mitad de las piezas de automóviles vendidas en Colombia provienen de vehículos robados, y eso es sólo un segmento de un mercado negro transnacional que genera miles de millones de dólares.
Según un reciente informe de El Tiempo, cada año cerca de 25.000 automóviles son robados en Estados Unidos, Venezuela y Ecuador, desmontados y luego contrabandeados a Colombia. Junto con las partes robadas de vehículos en Colombia, este comercio en el mercado negro mueve un promedio de US$3,9 mil millones al año.
En 2014, cerca de 9.000 automóviles fueron robados en Colombia, y 337.000 conductores fueron víctimas de robo de alguna parte de sus coches, como es el caso de los neumáticos, que son hurtados de autos estacionados, y los espejos, que son arrancados en semáforos en rojo. La policía calcula que entre el 70 y el 75 por ciento de los autos que se roban en Colombia son desarmados en partes, informó El Tiempo.
En Colombia, en el mercado negro de piezas de automóviles robadas participa una amplia gama de actores criminales, entre ellos funcionarios de transporte corruptos que les proporcionan a las redes criminales placas y diversos documentos, informó El Tiempo. En la capital Bogotá, las autoridades creen que hay tres grandes capos del negocio de autopartes robadas que supervisan las redes formadas por criminales entrenados. Estos incluyen los llamados "llanteros", que pueden quitar y robar el neumático de un auto en unos 60 segundos, y los "mecánicos", que se encargan del desmontaje completo de un auto robado en menos de 45 minutos.
Análisis de InSight Crime
El informe de El Tiempo revela tanto el tamaño del comercio ilícito de piezas de automóviles en Colombia como su alcance transnacional, y muestra la sofisticación de las redes delictivas implicadas. Las operaciones descritas en el informe de El Tiempo sugieren que —lejos de ser grupos de delincuentes comunes y sin jerarquía— estas redes tienen la sofisticación necesaria para contrabandear grandes cantidades de autopartes en el país y de sobornar a funcionarios de transporte. Por ejemplo, una red internacional de robo de autos desmantelada en 2013 utilizaba automóviles robados en el suroeste de Colombia y los revendía en Ecuador, Perú, Chile y Bolivia.
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En otras partes de la región, el robo de autos también es una importante actividad criminal. En 2012, la asociación de protección de vehículos de México estimó que el robo de automóviles les proporciona a los grupos criminales unos US$11.000 millones al año; por otro lado, el estado de Sao Paulo en Brasil registró un promedio de 583 vehículos robados al día en 2011. El robo de automóviles es especialmente común en las zonas fronterizas, como Juárez en México —que registró un aumento de robo de autos y de asesinatos durante el peor período de violencia de la ciudad— y la frontera entre Colombia y Ecuador.
El robo de automóviles va a menudo ligado al narcotráfico. Por ejemplo, en Brasil los autos robados son intercambiados por armas y drogas en Bolivia y Paraguay, y los grupos criminales emplean los autos robados para transportar drogas. En Guatemala, una red de robo de automóviles desmantelada en 2013 fue vinculada con el Cartel de Texis, un grupo de El Salvador que transporta cocaína.