El desmantelamiento de una banda de microtráfico que utilizaba bolsas de UberEATS para entregar marihuana a domicilio en la Ciudad de México, muestra cómo los traficantes están usando nuevas formas para distribuir drogas, que, según los analistas, son menos violentas.
Según informes de prensa, el pasado 30 de mayo la policía detuvo al menos a diez personas en el popular barrio de Tepito, quienes poseían varias bolsas de marihuana empacadas en mochilas de UberEATS.
La policía también encontró varios muffins que al parecer también contenían marihuana, y que estaban empacados y listos para ser entregados.
Las mochilas UberEATS se han vuelto comunes en los barrios exclusivos de la ciudad, donde dicho servicio se ha vuelto popular. El servicio consiste en la entrega de domicilios de restaurantes que usualmente no ofrecen el servicio de comida para llevar.
Tras los arrestos, Uber —que también dirige el popular servicio de autos por telefonía celular en la Ciudad de México—, emitió la siguiente declaración para la prensa mexicana: "Uber condena todo acto que atente contra la salud o seguridad de las personas". Y añadió que cooperaría con las autoridades en sus investigaciones.
Análisis de InSight Crime
El uso de servicios de entrega puerta a puerta como el proporcionado por UberEATS podría, en efecto, ayudar a disminuir la violencia que generalmente se asocia con el microtráfico.
Tepito es el "barrio bravo" más emblemático de la Ciudad de México; es un centro de delitos como la falsificación, el procesamiento y venta de drogas y el tráfico de armas. Allí también se encuentra el famoso santuario de la Santa Muerte. La violencia es común en este barrio.
Al crear medidas que distancien a los compradores y los vendedores, los distribuidores de drogas mantienen un perfil más bajo y una red de distribución más discreta.
"En general, una mayor discreción y descentralización en la distribución significa menos violencia", le dijo a InSight Crime Alejandro Hope, un analista del crimen y exfuncionario de inteligencia.*
Si los clientes pueden pedir sus drogas por teléfono o por servicios de mensajería para recibirlas directamente en la puerta de sus casas, no tendrán que esperar en las calles y las dos partes de la transacción se expondrán menos.
"Sin duda, la entrega de servicios a domicilio tiende a ser mucho menos violenta que los mercados al aire libre (es decir, gente parada en las esquinas) y otras formas de venta de drogas al por menor, como los distribuidores en los clubes nocturnos", dijo Jaime López, consultor de políticas de seguridad y exagente de policía. "Obviamente, la mejor alternativa es un mercado legal bien regulado, pero en cuanto a la violencia, la entrega a domicilio es mejor frente a otras alternativas ilegales".
* Hope es además parte de la Junta Directiva de InSight Crime.