Honduras está perdiendo US$230 millones al año en ingresos debido al contrabando de combustible; una práctica impulsada por los grupos criminales que aprovechan los subsidios al combustible de Venezuela.
Según el ministro hondureño de Industria y Comercio, Adonys Lavaire, el combustible importado ilegalmente le cuesta al país el equivalente a un diez por ciento de sus importaciones anuales de combustible, que dijo corresponde a US$ 2,3 mil millones, informó El Heraldo.
El 26 de septiembre, la Fuerza Naval de Honduras reportó la captura de un barco que transportaba 40.000 litros de combustible ilegal que estaban dirigidos a la ciudad costera caribeña de Puerto Castilla, habiendo aparentemente salido de la isla de Curazao.
La redada lleva la recuperación total de combustibles ilegales en Honduras a 190.000 litros de combustible en menos de una semana, después de que un barco procedente de Venezuela fuera capturado frente a la isla de Roatán en el caribe del país, llevando 150.000 galones.
Según Proceso, el combustible es procedente de Venezuela, donde se produce y donde los subsidios del gobierno hacen que sea lucrativo para las bandas criminales contrabandear el producto hacia otros países.
Análisis de InSight Crime
Según Proceso, Honduras ha sido particularmente vulnerable a alimentar el contrabando desde el derrocamiento en 2009 del expresidente Manuel Zelaya, que vio al país ser expulsado de Petrocaribe -una alianza entre Venezuela y varios países del Caribe, que ofrece a sus miembros el combustible venezolano subsidiado-. Grandes cantidades de combustible ilegal ya se han recuperado este año y mientras que en agosto se informó que Honduras volvería a recibir combustible subsidiado en septiembre, según informes de Proceso, hasta ahora nada ha llegado.
Esto deja a Honduras abierto a los grupos criminales organizados que importan combustible barato, con Proceso informando que también alteran el producto de modo que los vehículos y las maquinaria terminan dañándose. México también es un importante punto de origen para el combustible ilegal que es destinado a Honduras y los carteles mexicanos son conocidos por estar involucrados en este tipo de actividad.
Venezuela tiene un problema particular con el robo de combustible, algo con lo que se comprometió a combatir este año; sin embargo, con el contrabando de combustible vertiéndose sobre la frontera con Colombia, así como en el mar, y con la corrupción profundamente arraigada en las fuerzas de seguridad venezolanas, sigue siendo poco claro cómo el país abordará efectivamente la situación.