Al menos US$50.000 de gasolina contrabandeada cruza Ecuador hacia Perú diariamente, según la policía, ya que el combustible subsidiado es un gran negocio de contrabando en diferentes partes de la región.
Alrededor de 15 grupos criminales utilizan siete rutas diferentes para el transporte de gasolina desde Machala, una ciudad ecuatoriana a cinco horas de la frontera, a las ciudades peruanas de Tumbes, Piura y Chiclayo, informó el diario El Comercio.
La policía regional estima que unos 50.000 galones de gasolina están cruzando la frontera diariamente –avaluados en unos US$55.000 en Ecuador, pero alrededor de US$225,000 en Perú–. La gasolina está subsidiada en Ecuador y se vende en alrededor de US$1,10 por galón. En Perú, el mismo galón cuesta alrededor de US$4,50, según dijo un fiscal peruano que se especializa en delitos aduaneros y contrabando.
Los traficantes reciben alrededor de US$180 por un barril de 55 galones de combustible, le dijo uno de ellos a El Comercio, lo que significa que están obteniendo ganancias de alrededor de US$2,20 por galón. Si las estimaciones de la policía sobre la cantidad de combustible de contrabando diario son correctas, las ganancias anuales son de más de US$40 millones.
Jorge Juárez, jefe de la policía fiscal en Tumbes, dijo a El Comercio que los policías corruptos eran parte de la cadena de contrabando: "(…) sabemos que tenemos que sacar de Tumbes al menos a 100 agentes", dijo.
Análisis de InSight Crime
La gasolina subsidiada implica enormes diferencias de precios en toda Latinoamérica, lo que hace del contrabando un negocio muy rentable –sobre todo para aquellos que la ingresan a Colombia desde Venezuela, donde el precio del combustible es inferior a seis centavos de dólar por galón, más barato que el agua–. El gobierno venezolano dijo a principios de este año que alrededor de 120.000 galones de gasolina ilegales diarios (unos US$35 millones al mes) cruzan hacia Colombia, donde se pueden vender entre US$1,50 a US$6 por galón. El mismo fenómeno sucede en Bolivia, donde el combustible subsidiado es contrabandeado a Paraguay y Argentina.
Con esas enormes ganancias disponibles el comercio ha visto inevitablemente la participación de grupos criminales. Aunque gran parte del contrabando es llevado a cabo por pequeños grupos, los individuos deben pagar sobornos a los principales grupos criminales con el fin de llevar a cabo sus viajes. Se cree que la organización colombiana de los Rastrojos controla parte de la región fronteriza de Colombia con Venezuela.
Mapa mostrando las rutas de contrabando desde Ecuador hacia Perú