La orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de contratar nuevos oficiales de policía para vigilar la frontera entre México y Estados Unidos, como parte de su ofensiva de inmigración, podría generar mayores niveles de corrupción en las agencias encargadas de vigilar la frontera.
Con el fin de encontrar nuevos empleados, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) ha estado buscando candidatos en festivales de música country, eventos deportivos, e incluso en competencias de rodeo sobre toros, según un nuevo informe de Associated Press.
Los empleadores han estado intentando llenar las vacantes en la patrulla fronteriza, que a menudo son para puestos de trabajo lejanos y exigen a los solicitantes pasar por un largo proceso de selección. Según AP, la CBP dice que el 75 por ciento de los candidatos pierden la prueba de polígrafo estándar de la agencia.
Pero la orden del presidente Trump a comienzos de este año de contratar 5.000 nuevos agentes fronterizos como parte de su intento de fortalecer la seguridad a lo largo de frontera sur de Estados Unidos ha generado nuevas presiones en el proceso de contratación de la CBP. Según CNN, a dicha oficina le tomaría unos 10 años llenar todas estas vacantes.
El plan de Trump incluye además agregar 10.000 agentes al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés), una medida que, según los expertos, podría aumentar la corrupción al interior del organismo, si no se aplican los estándares de selección adecuados.
John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, ha dicho que su dependencia contratará nuevos agentes "lo más rápido posible", pero añadió que "no disminuiremos los estándares ni los entrenamientos".
Análisis de InSight Crime
A pesar de las afirmaciones de Kelly, la afluencia de nuevos agentes de patrulla fronteriza probablemente hará que la CBP sea más susceptible a la corrupción por parte de las organizaciones criminales transfronterizas. Según los informes, la CBP les ha estado pidiendo que a las fuerzas de seguridad locales, estatales y federales, así como a los veteranos militares, se les exima de tomar la prueba del polígrafo, que por orden del Congreso deben tomar todos los agentes, según un proyecto de ley de lucha contra la corrupción propuesto en 2010.
James Tomsheck, exdirector de asuntos internos de la CBP, le dijo al medio de noticias Mother Jones en marzo de este año que eliminar la prueba del polígrafo abriría la puerta para mayores niveles de mala conducta entre los agentes fronterizos.
"Algunos de los principales casos de corrupción y uso excesivo de la fuerza están relacionados con funcionarios de la CBP o agentes de la patrulla fronteriza que estuvieron en el ejército y participaron en combates", dijo.
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La prisa por contratar agentes de frontera también podría dar como resultado un mayor número de agentes sin preparación y sin experiencia en este campo. Como NPR señaló en febrero, el abrupto aumento de agentes de la CBP que llegaron durante las administraciones de los expresidentes George W. Bush y Barack Obama estuvo acompañado por regímenes de formación acelerada y por una disminución en la revisión de antecedentes.
Incluso si se cumplen los procesos de selección regulares, el mero hecho de que la CBP esté reclutando de forma tan acelerada podría ser aprovechado por los grupos criminales.
"Existe un esfuerzo concertado por parte de las organizaciones criminales transnacionales para infiltrarse mediante los procesos de contratación y comprometer a nuestros agentes y oficiales actuales", dijo Tomsheck en un testimonio ante el Subcomité de Seguridad del Senado en el año 2010.