El descubrimiento de que dos barcos cargados de cocaína se dirigían a Corea del Sur desde Honduras en 2016 podría indicar que las organizaciones criminales de Centroamérica están buscando cada vez más nuevos mercados en Asia.
Un nuevo informe de la Administración de Control de Drogas (DEA) mostró que el jefe del grupo, Wilter Neptalí Blanco Ruíz, confirmó en 2016 que estaba detrás de dos barcos que transportaban alrededor de 100 kilogramos de cocaína que fueron incautados por la armada de Corea del Sur.
Corea del Sur suele ser un país tránsito y un punto de entrada de drogas como cocaína o metanfetaminas dirigidas hacia países como China o hacia el resto del continente asiático.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil de Honduras
Recientemente, este país ha sido catalogado como uno de los nuevos destinos no convencionales para el envío de drogas desde países como México o Colombia. En marzo de 2018, por ejemplo, las autoridades colombianas incautaron 481 kilogramos de cocaína escondidos en un buque en el Puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano.
Según declaraciones de las autoridades, la droga seguía una ruta desde Colombia hacia Panamá, para luego ser transportada a México y de ahí hacia China, Japón y Corea del Sur, especialmente a la ciudad portuaria de Busan.
Esta no es la primera vez que se decomisan narcóticos provenientes de Colombia dirigidos hacia el país asiático. En marzo de 2017 las autoridades colombianas descubrieron 700 kilogramos de cocaína valorados en US$95 millones, que tenían como destino Corea del Sur y se encontraban escondidos en el mismo puerto de Buenaventura.
México también figura como un punto de tránsito importante. En un caso más reciente, en diciembre de 2018 las autoridades surcoreanas incautaron 64 kilogramos de cocaína valorados en US$168 millones.
La cocaína, que fue interceptada en su paso hacia China, habría salido desde Ecuador el 14 de octubre de ese mismo año, se detuvo en México y atracó en un puerto en Busan, donde fue descubierta.
Análisis de InSight Crime
Las declaraciones de Blanco Ruíz, condenado a 20 años de prisión por una corte en Florida, apuntan a que el país asiático también sería el destino de cargamentos de cocaína enviados desde Centroamérica.
Como lo reportó El Heraldo, esta es la primera vez que un capo hondureño admite la autoría en los envíos de cargamentos de cocaína al continente asiático. En conversaciones que mantuvo en 2016 con un agente especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA), el narcotraficante aseguró que las autoridades surcoreanas habían incautado dos barcos cargados de narcóticos pertenecientes a él.
A medida que la demanda por cocaína crece en Asia, se están creando nuevos vínculos en toda la región. El hecho de que desde Honduras se hubieran enviado embarcaciones con cocaína significa que ahora la capacidad para exportar drogas no solo está limitada a grandes grupos criminales mexicanos y colombianos, sino también a actores de menor envergadura, como lo demuestra el caso de Blanco Ruíz.
En esta última década se ha presentado el mayor crecimiento de tráfico y consumo de cocaína en mercados emergentes como el asiático. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la cantidad de cocaína incautada en Asia se triplicó de 2015 a 2016.
Corea del Sur no ha escapado a esta tendencia. Un oficial dijo al South China Morning Post que la reputación del país "sin drogas" ha tenido un efecto inverso, atrayendo a los contrabandistas que creen que escaparán al mayor escrutinio que podrían enfrentar en los puertos chinos.