Cifras recientes señalan que la violencia está aumentando en todo Brasil. Pero la deteriorada situación de seguridad del país se ha sentido de manera particularmente fuerte en el norte, lo que ofrece un panorama de los factores que impulsan las altas tasas de asesinato en el país.
En Brasil se presentó un aumento del 6.8 por ciento en la tasa de homicidios a nivel nacional durante el primer semestre de 2017, en comparación con el mismo periodo del año pasado, según informó Estadão el 21 de agosto. El país registró más de 28.000 asesinatos en el primer semestre del año —un promedio de más de 150 diarios—.
La segunda ciudad más grande de Brasil, Río de Janeiro, ha llamado la atención de los medios de comunicación en los últimos meses debido a la creciente inseguridad.
De hecho, las cifras publicadas por Estadão indican que desde el año pasado en Río ha habido un aumento del 14 por ciento en las tasas de homicidios. Y este año ha habido niveles récord de robos a personas y cargamentos, según información ofrecida a InSight Crime por parte de Amarante Internacional, una compañía privada de análisis de seguridad y riesgos. La firma señala además que las crisis presupuestales en el estado y la ciudad de Río de Janeiro han contribuido a la reducción de la presencia de la policía.
Sin embargo, los datos de Estadão muestran que los estados del noreste de Brasil han sufrido incluso un mayor incremento en los homicidios. Pernambuco, Ceará y Río Grande do Norte tuvieron respectivamente aumentos del 38, 32 y 26 por ciento en los asesinatos, en comparación con el año pasado. Expertos consultados por el medio de noticias brasileño explicaron que dicho aumento se debe tanto a los recortes en los programas de desarrollo socioeconómico, ocasionados por la desaceleración económica del país en general, como a la intensificación de la violencia del narcotráfico.
Análisis de InSight Crime
El análisis geográfico que hace Estadão de las tendencias de la violencia en Brasil indica que las dinámicas criminales son un factor importante en la generación de los homicidios en el país.
Es sorprendente que los estados del norte hayan tenido mayores aumentos en la violencia que los del sur. La ruptura de una tregua entre las dos pandillas más poderosas del país, Comando Rojo (Comando Vermelho) y Primer Comando Capital (PCC), desató este año una guerra que generó una ola de violencia en los estados del norte, como Río Grande do Norte. Los enfrentamientos por las lucrativas rutas del narcotráfico que atraviesan el norte de Brasil, una zona principalmente rural, puede ser otro factor generador de violencia.
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Y, según Amarante Internacional, la política de seguridad de Río —que ha resultado fallida, a juzgar por el creciente número de asesinatos tanto por parte de las fuerzas de seguridad, como de los miembros de dichas fuerzas— ha proporcionado un terreno fértil para las nuevas y violentas guerras territoriales entre las poderosas pandillas de Río de Janeiro.