El narcotráfico está representando una creciente amenaza para la seguridad ciudadana en Ecuador, según informes que resaltan la creciente influencia de las pandillas locales que administran la venta local de drogas.

Un informe de El Comercio describe una serie de asesinatos relacionados con el “micro-tráfico” en Quito, y resalta la presencia de pandillas extranjeras como La Cordillera, un grupo colombiano que controló el micro-tráfico en el distrito turístico de La Mariscal, hasta que sus líderes fueron capturados el mes pasado.

El periódico cita un estudio sobre “La criminalidad y el micro-tráfico en Quito”, realizado entre enero y junio del año pasado, que identificó los grupos criminales transnacionales y otros criminales organizados que operan en La Mariscal y luchan por el territorio. El informe halló que las operaciones narcotraficantes a pequeña escala aumentan la criminalidad en la capital, incluyendo el robo, la usura y los homicidios pagados.

Análisis de InSight Crime

El micro-tráfico está incrementando en Latinoamérica a medida que una creciente clase media ha proporcionado un mercado interno en expansión, mientras que la mejora de los esfuerzos de la fuerza pública han aumentado la presión sobre los exportadores de drogas. La fractura de las grandes organizaciones criminales también ha incrementado la influencia de las pandillas locales, que normalmente están involucradas en las operaciones callejeras, en lugar del narcotráfico internacional.

Históricamente, Ecuador ha tenido una de las tasas más bajas de consumo de drogas en la región, pero esto ha comenzado a cambiar en los últimos años a medida que el país se ha convertido en un punto de paso clave de las rutas internacionales del narcotráfico. Durante el primer semestre de 2012 la policía incautó 1,6 toneladas de drogas ilegales destinadas al mercado de Quito, en su mayoría marihuana.

Se informó que La Cordillera controla el mercado de drogas de Quito desde 2011, cuando uno de sus líderes fue capturado en Guayaquil.

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