Piratas informáticos en México han encontrado una empresa ilícita rentable, al extorsionar negocios mediante el secuestro de los sistemas informáticos; otra dimensión en la gran y creciente industria del crimen cibernético del país.
Hablando en una conferencia de seguridad en Ciudad de México, el jefe de la División Científica de la Policía de México, Ciro Humberto Ortiz Estrada, describió cómo los piratas informáticos de forma remota "secuestran" los sistemas informáticos y las bases de datos de las empresas, informó La Jornada.
Los criminales luego exigen el pago -por lo general entre US$2.000 y US$3.000 -para que el usuario pueda volver a tener acceso al sistema. La empresa o el individuo normalmente se ven obligados a pagar por transferencia electrónica a cuentas bancarias nacionales o extranjeras.
Las empresas pequeñas y medianas son las más vulnerables a estos ataques, ya que a menudo no disponen de los sofisticados sistemas de protección del que disponen las empresas más grandes, según Ortiz.
Ortiz advirtió que el crimen cibernético en México fue creciendo rápidamente: mientras que los criminales se ganaban un estimado de US$2 millones de los crímenes cibernéticos en 2012, éste aumentó a US$3 mil millones en 2013, dijo. En el transcurso de 2013, la Policía Federal de México registró 23.543 casos de delitos cibernéticos.
Análisis de InSight Crime
La alta conectividad a internet y la abundancia de los grupos criminales en México, han convertido al país en un creciente centro para el crimen cibernético -que más comúnmente toma la forma de piratería, estafas, fraudes y robos.
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Los informes sobre extorsión cibernética en México no son nuevos, con una encuesta de 2011 de McAfee sobre ejecutivos de infraestructura eléctrica revelando que hasta un 80 por ciento de los participantes mexicanos había sido objeto de extorsión cibernética.
Sin embargo, la extorsión reportada por McAfee se basó principalmente en la amenaza de colapsar las redes con ataques de denegación de servicio (DDoS, por sus siglas en inglés). La estrategia de mantener los sistemas secuestrados para pedir un rescate, descrito por Ortiz, sugiere que el crimen está evolucionando.
En otras partes de la región, las formas menos sofisticadas de extorsión, que hacen uso de internet, también se están arraigando. En Colombia, por ejemplo, los extorsionistas rastrean los datos personales en línea, y los utilizan para chantajear a las víctimas.
México está tomando medidas para abordar el problema del crimen cibernético. En 2012, el país creó el Centro Nacional de Respuesta Cibernética a Incidentes (CERT-MX), y según Ortiz, el gobierno federal actualmente está evaluando una reforma legal que establecerá sanciones para delitos informáticos específicos. Sin embargo, como se ilustra en las últimas técnicas de extorsión reportadas, el reto no se limita al establecimiento de nuevos mecanismos judiciales e institucionales para hacerle frente al crimen cibernético, sino que también implica mantener el ritmo de un sector criminal en rápida evolución.